D. José María siempre pedirá ingresar en prisión para obligar a una pusilánime y parcial Justicia a que le
juzgue así se conozca lo que sucedió verdaderamente con la expropiación delictiva de RUMASA
y sea consciente, esta sociedad engañada, de las grandes mentiras que han dirigido nuestras vidas durante
tres décadas. No hay más que ver cómo está España para deducir que los aparentes gentiles hombres
de la patria han sido, en verdad, sinvergüenzas con suerte que se la compraron saqueando y
dejando en posterior indefensión a la víctima. Pero D. José María nunca se rinde.
dejando en posterior indefensión a la víctima. Pero D. José María nunca se rinde.
D. José María es valiente , todo coraje incansable, y nosotros cuidamos de su salud.
En pocos días hemos vivido la experiencia intensa que conlleva estar al lado de un luchador sin parangón como es D. José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada.
Cuando
el calor arrecia en este insólito verano de circunstanciales vaivenes
emocionales en torno a la figura de empresario, nos hemos visto
obligados a luchar por el restablecimiento de una justicia humana que él
representa de manera fehaciente como diana de un sistema conchabado, a
través de múltiples intereses ocultos, que él bien conoce tras la
máscara de la democrática honorabilidad.
A
punto de viajar a Palma, anunciado en Comunicado de Prensa oficial; de
disponer de radigrafía y diagnóstico
del dedo fracturado del pie que se detectó en la Clínica Quirón; de
explicar cómo el forense de Palma confundió ex profeso para ningunear el
consejo médico de su colega de Pozuelo de Alarcón; después de adquirir
las tarjetas de embarque de D. José María, acompañado por su hija Begoña
y su abogado, Marcos García Montes... después de todo se llevó a cabo
la orden de detención derivada de la de orden de busca y captura.
Los
medios de Comunicación se hicieron eco del arresto y el posterior
traslado a la Comisaría de Pozuelo de Alarcón donde tuve el placer de
constatar que hay Policías amables y educados, serviciales y correctos y
otro que definiría como un imbécil presuntuoso que cuando creí que me
iba a dar noticias le tendí la mano ninguneándome como solo sabe hacerlo
un facineroso con
pistola pequeña... y no me refiero al arma reglamentaria. Idiotas hay
en todas partes. Agradezco las disculpas de sus compañeros ante el
desplante de semejante energúmeno. Con todo, me consta que el trato de la
Policía fue muy amable si bien las condiciones de la detención
implicaron un agravamiento de la salud del empresario al que hay que
administrar cuidados específicos y medicamentos que solo pudieron ser
administrados cuando Begoña fue a por una prescripción médica. En tanto
dichos cuidados ya no pudieron ser los periódicos y ello provocó el
colapso posterior de D. José María del que se recuperó atendiendo las
necesidades perentorias de lo diario.
Begoña
Ruiz-Mateos asitió a su padre comprobando las condiciones extremas para
un hombre octogenario al que no se pudo dar las condiciones de
normalidad con las que desarrolla con garantía su vida diaria.
A
la 1 de la madrugada, por razones
humanitarias, la juez, Dª María Pascual, dejó en libertad a D. José
María con el expreso condicionamiento de que acudiera al juzgado de
Palma. Después de pasar todo el día junto a los periodistas apostados en
los aledaños de la Comisaría, me fui a Alondra para ver cómo se
encontraba él. Aunque no pude verle, pues ya descansaba, recibí las
instrucciones de su secretaria para que estuviera a las 6 de la mañana
para explicarme cómo había pasado el día de la detención, mientras
íbamos hacia el aeropuerto de Barajas.
Una
vez allí, encontré, junto a Isabel y Begoña, que D. José María había
empeorado con las piernas y pies mucho más amoratados que de costumbre,
ciertos problemas de descoordinación y dificultad en el habla. Viendo
la imposibilidad de trasladarse y alarmados por sus condiciones de
salud, llamamos a la Comisaría , a Marcos, su abogado, y nos dispusimos a
afrontar otro día difícl en previsión de las consecuencias ante tan
inopinada circunstancia.
Afortunadamente,
después del tratamiento normalizado, la salud fue mejorando hasta
llegar a las condiciones periódicas que palian todo daño por falta de
atención rigurosa y reglamentada.
Durante
el día se fue estabilizando y nos aseguramos de que fuera así llamando a
un médico que certificó la mejora de D. José María y así lo declaré
ante los numerosos medios de comunicación que estaban a la espera de
noticias.
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