jueves, 9 de agosto de 2012

La consigna de restar credibilidad a D. José María a través de la manipulación informativa ¿Por qué?



Ya he denunciado anteriormente  ese modus operandi recurrente de la manipulación. El Periódico El Mundo-quién me lo iba a decir- me ha censurado en Facebook cuando de manera indignada, pero respetuosamente, denuncié la manipulación informativa de su Editorial y posteriores artículos. Primero falsean y luego niegan la libertad de expresión. Son dífíciles de definir estas actitudes de cinismo e hipócrita profesionalidad. Pero no es el único periódico que trampea la realidad.

Harto deseable hubiera sido, para nuestra dañada democracia, que en un periódico como El País  la veracidad fuera característica honesta de su trayectoria, en vez de las múltiples mendacidades que siempre lo han definido. Juan Luis Cebrián ya confesó en alguna ocasión que  el periódico difundía noticias inciertas y falseaba las verdades en busca de intereses personales o sectarios. Así funcionó la intoxicación desinformativa que le restó credibilidad, aunque siempre haya ingenuos que se crean las patrañas hechas a medida para engañar a los lectores e influir trampeadamente en la opinión pública.


Dicho esto, que es cuestión de justicia objetiva, no sería aventurado deducir que si un responsable del periódico confesaba el modus operandi de la Redacción es lógico pensar que los periodistas obedecían a la estrategia de la intoxicación con la vergonzante implicación personal de conformar un equipo de profesionales guiados por la falsaria apariencia de lo objetivo. Hace tiempo que muchos de ellos quedaron en evidencia formando parte de los mentideros de una  España en que se miente a conveniencia, con no pocos temas trascendentales que se han desvirtuado con ese proceso infame y continuado del falseamiento de la realidad.

http://elpais.com/elpais/2012/08/05/opinion/1344191293_004491.html

Manipulación, con "El acento" en la o.

No es extraño pues que un articulista de ese periódico, escriba una columna destinada a desprestigiar a D. José María Ruiz-Mateos, asociando la quiebra de Nueva Rumasa a la delictiva expropiación del Holding de Rumasa. Una cuestión es la crisis generada por múltiples factores, muchos desconocidos hasta ahora, de un Grupo Empresarial abandonado a su suerte por el cierre del grifo crediticio, entre otros, y otra el latrocinio salvajemente especulativo de unos facinerosos recién llegados al poder que fueron instrumento visible como mano criminal, obedeciendo influencias ocultas de codicias y avaricias de un conjunto deleznable de una España encubiertamente hipócrita que denegó el derecho a defensa de su víctima propiciatoria. Todas las excusas peregrinas para llevar a cabo la canallada del saqueo, todos los pretextos esgrimidos son solo la evidencia de que una España criminalmente dirigida fue testigo de un  atropello y posterior manipulación mediática y judicial para que disimuladamente se repartieran muchos  una riqueza honradamente generada durante 20 años, costando a los españoles 2 Billones de pesetas aquella acción armada, recordemos, a punta de metralleta.

Es fácil entender que la consigna ahora, una vez más, de algunos depredadores de la desinformación sea restar justificación moral a D. José María Ruiz-Mateos con el fin de que su exigencia de justicia indemnizatoria quede en agua de borrajas presentándole como un forajido ante la Sociedad. Es coherente, en la línea de lo falseado, que se intente asociar una quiebra empresarial de Nueva Rumasa con el crimen de Estado del 23 de Febrero de 1983. Los ataques  al servicio de la mentira serán constantes como lo fueron entonces. El tiempo dio la razón sobre la delicuescente intervención política, con evidente corrupción de la Justicia en la ya lastrada intervención politizada, así como desprestigiada, del Tribunal Constitucional.

Así pues, resumiré los puntos en que está basada la estrategia ofensiva contra el empresario y persona peor tratado en esta España de tantos misterios sin resolver, donde treinta años después los ciudadanos somos conscientes de haber sido dirigidos por forajidos de honrada apariencia, escudados tras un poder de sucia influencia que decide el encumbramiento o la destrucción, usando con absoluta malignidad la manipulación continuada y disciplinadamente orquestada en un país falso, corrupto y desconocido para sus gentes engañadas.

1-Interesa asociar la quiebra Nueva Rumasa con el expolio delictivo de Rumasa hace treinta años, para restar justificación moral, ante la opinión pública, cuando se exige la indemnización por retasación en justiprecio de 18.000 millones de Euros. Solo Galerías Preciados-cuyos activos pertenecen hoy, casualmente vaya, al principal competidor de entonces El Corte Inglés- está valorado en 1 Billón de pesetas.

2- Se intenta asociar la magnífica labor empresarial de D. José María Ruiz-Mateos al amargo escenario de esperpentos que inteligentemente se montaron para que jamás nadie olvidara la criminal expropiación de Rumasa. Un objetivo ingenioso ya que el empresario observó que todo un Sistema actuaba con cinismo demoníaco confabulada la Política, la Banca, la Empresa, la Justicia y grandes "prohombres" que actuaban con aparente dignidad siendo solo parásitos que con la omisión o actuación directa se veían beneficiados del terrible expolio convirtiendo a la víctima en peligro público.

3- Restar credibilidad a D. Jose María como si quisiera eludir una acción de la Justicia que, paradójicamente, buscó durante tres décadas entre jueces que parecían no existir ante la evidencia de un crimen estatal que se ha silenciado cínicamente, con una conspiración canallesca que convierte a nuestro país en el ya demostrado espacio de corruptelas que se han dejado obrar con absoluta impunidad. Aquellos orígenes nos llevó a la ruina de los españoles, por esa permisividad mezquina que conllevó, junto a otros hechos oscuros de nuestra desconocida España, la expropiación.

La maquinaria de la intoxicación social es una de esas ocultas vilezas que se practican a diario en una España basada en los engaños, misterios sin resolver, manipulaciones tratando como borregos a la población que, además de ser visceralmente esquilmada es abocada a una ruina generalizada propiciando cabezas de turco para desviar la atención sobre la realidad que se oculta durante décadas: Nadie es quien parece ser y existen intereses solapados que maquinan criminalmente el mundo ficticio que crean a medida, para que luego los españoles se lo crean y actúen con teledirigida indignación.

La indefensión de D. José María fue propiciada entonces por personajes que ya murieron, pero es obvio que el relevo lo cogen aquellos que son fiel reflejo de la pútrida identidad de una España agazapada que está en los estamentos, moviendo los hilos de un guiñol en que se aplica garrota contra personajes inocentes.

Paradójico es que gente como el del artículo de El País, tertulianos de lengua bífida que dicen trabajar sin dar palo al agua,  periodistas que tienen la suerte de que se olviden las pifias que cometieron descubriendose sus flagrantes mentiras... es paradójico que tanto personaje incapaz de crear riqueza y empleo, sean los críticos en comparsa de un hombre sin parangón que, pese a la apariencia, conserva la dignidad frente a un Sistema descarriado que parasitariamente destruyó a los españoles, incluido a un Ave Fenix llamado José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada.

La credibilidad la conserva D. José María en su limpia conciencia y habrá que batallar mucho para revertir la injusta situación de indefensión que le ha durado tres décadas y que ahora arrecia con la pretensión de una destructiva campaña continuadamente erosionadora. Sin embargo, los enemigos de la verdad subestiman la intuición de lo español y las sospechas afloran acerca de ese ataque contra un hombre que solo ha trabajado duramente toda su existencia.

En España no hay Justicia, bien lo sabe el mejor empresario y financiero que ha tenido España, de ahí que el genio haya sido constantemente zancadilleado en una España de la envidia visceral. Es una gran verdad esa Justicia a conveniencia, ante el descarado silenciamiento que ha durado treinta años.  ¿Quién es quién aquí? 
Más vale que los ciudadanos no descubran lo que sucede verdaderamente porque sería la justificación legítima de una gran rebelión social sin color político.

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