Antes de ser portavoz y jefe de prensa de D. José María, ya había percibido la descomunal desintegración socio-política y económica que sobrevino con los brutales prolegómenos de la matanza del 11-M que dio paso a unas legislaturas destructivas de Zapatero, en la línea oscurantista de la que treinta años antes fue la del felipismo.No existe la casualidad y que las dos elecciones con victorias del erróneamente denominado progresismo, fueran después de atentados y posteriores manipulaciónes mediáticas.
http://www.casadellibro.com/libro-la-afilada-navaja-de-ockham-ii-usar-el-sentido-comun-ante-la-evi-dencia-criminal/9788499910079/1831083
No debería sorprendernos que acabáramos al borde del precipicio después del nefasto desgobierno zapaterista. No podemos decirnos desprevenidos, con los grandes perjuicios ocasionados por aquel gobierno de lo sospechoso que se inició con un execrable crimen que carece de autores intelectuales todavía.
Una democracia no puede erigirse rectamente a base de misterios sin resolver que han sido la corriente oscurantista, perpetuada, para que criminales de baja estofa se vean beneficiados con las permanentes componendas sectarias, disimuladas tras la cortina de una Justicia aquiescente y parcial.
La etapa constitucionalista fue la oportunidad para montar el paripé del respeto por los semejantes de distintas ideologías y con el tiempo el parapeto para actuar delictivamente influyendo sobre el orden jurídico para que no hubiera punición. En España sale gratis delinquir si se hace tras una sigla política. Los ciudadanos viven de complejos y vergüenzas importando muy poco la dignidad o la verdad; basta encubrir el crimen y vivir de las rentas vitalicias de la estafa politizada y, por ende, permitida.
Los principales misterios sin resolver en que se basa nuestra falsa democracia son:
-La intentona golpista del 23 de Febrero de 1981 que, engañando a los militares implicados, dio un giro radical político.
-La expropiación delictiva de Rumasa, un 23 de Febrero de 1983, y la posterior indefensión contra quien fue exculpado de toda imputación en 1997, José María Ruiz-Mateos, de lo que sirvió de pretexto para que delincuentes tras los atriles de la Política se pertrecharan, impúnemente, con un botín que les enriqueció de por vida.
-La matanza del 11-M en un diabólico juego de trileros que sirvió para engañar a una población acostumbrada a seguir el cebo de la demagogia.
CUI PRODEST?¿QUIÉN SE BENEFICIÓ EN LAS TRES OPORTUNIDADES DE CRIMINALIDAD?
No puede haber limpieza de intenciones en un país donde siempre se han salido con la suya los criminales, con la absoluta impunidad que otorga hacer y deshacer desde el poder con influencia sobre las decisiones judiciales.
Siguiendo las premisas policiales, o los Principios del Derecho Romano- Cui prodest- habría que preguntarse a quién ha beneficiado el oscurantismo de tantos crímenes sin resolver. No es casualidad que los aprovechados de estos actos delictivos siempre sean los mismos.
Antes de ser portavoz, ya denunciaba esa manipulación del 11-M que ha dejado sin verdaderos culpables a la peor matanza de Europa, para mayor gloria de quienes destrozaron un país en muy poco tiempo.
Escribí un ensayo que fue clarificador frente a la paja que otros fabricaron como excusa para ganar dinero a costa de los asesinados. No es extraño pues que tenga este afán de Justicia porque se conozca la trampa permanente con D. José María y se solvente el drama de los Inversores. No puedo ni quiero evitarlo en un país que recogió de la siembra de la indolencia, la cosecha de la tragedia y la manipulación constante. No va conmigo tanto cinismo, hipocresía y malignidad con apariencia de legal benignidad.
Decía Séneca en Medea: " Cui prodest scelus, is fecit", es decir, "Aquél a quien beneficia el crimen es quien lo ha cometido". Lo que me lleva a preguntar: ¿cómo podemos ser tan ignorantes de conciencia, ante pruebas repetidas de los beneficiados permanentemente por el oscurantismo que tan dañino ha resultado para todos los ciudadanos?...
Nada como la Justicia, la verdadera. Será en el Cielo, porque sobre esta tierra de España, ninguna. Por mi parte, pongo mi grano de arena en una montaña inconsistente de egoismo colectivo. La consigna de este país es ignorar lo evidente. Al menos no tengo el cargo de conciencia de callar.
En memoria de los 192 asesinados sin Justicia, de los miles de heridos y los familiares. En memoria de tantos sufrimientos que durante ocho años nos abocaron a la ruina generalizada. Jamás se esperó tan descomunal tragedia, para llevar a cabo criminales planificaciones con las que todos fuimos víctimas y engañados, una vez más, como hace tres décadas... desgraciadamente el 11-M se saldó con sangre por no reaccionar antes y permitir que creciera de raíces envenenadas nuestro espejismo de arbol democrático; pútrida savia la que nos ha alimentado.
1 comentario:
Después de releer el libro, todavía no alcanzo a entender que asesinos de esta índole, sigan disfrutando de una vida, después de acabar con la esperanza de un país y con la miles de personas. Recomiendo este libro encarecidamente.
Un gran saludo.
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