Seamos francos y cristalinos, al contrario que muchos “honorables”
de esta España de corrupción que ya hace treinta años apuntaba maneras encubiertamente delictivas con el expolio de
Rumasa.
A nadie debería de extrañar que España esté hecha unos trapos,
a poco que se conozca quién es quién desde hace treinta años y se desvele el
verdadero carácter estafador de quienes han regido los destinos de los
ciudadanos.
En El Gran Debate de Tele5 fui descaradamente censurado
cuando denuncié la existencia de gente oculta, con apariencia de honorabilidad,
que saqueó canallescamente Rumasa y que tres décadas después llevaron a la
ruina a los españoles. Metí el dedo en la llaga, obviamente. Solo el temor a que
dijera algo que hiciera peligrar estas identidades encubiertas, fue lo que
provocó una censura nada disimulada en un programa en directo ante millones de
espectadores. No importa; este libro
meterá la mano entera.
Así que seamos consecuentes y llamemos a esos honorables no
presuntos sinvergüenzas sino sinvergüenzas a ciencia cierta, según relata el
famoso libro escrito hace una veintena de años y que retrata esta España de
corruptelas en que insignes hombres de la política, de la banca, de la empresa
y la judicatura, muestran el verdadero y rastrero carácter al despojarles de las máscaras.
Cuando D. José María afirma que no existe Justicia en España,
sabe que el engaño nacional posee identidad. Múltiples nombres son los que se
revelan en el libro y sorprendería saber qué es lo que hacen actualmente en
puestos relevantes donde se ejerce la corrupción del mismo modo que entonces; ahora
y siempre.
Sinceramente, creo que más de uno que aparece en este libro debería
sentir asco de seguir vivo. Confieso que después de leerlo me asqueó la
existencia de tan viscerales hipócritas. Me encargaría, por pura convicción de
integridad, de sacar las vergüenzas a más
de un delincuente que ha existido a la sombra de hechos delictivos, cuya
impunidad se han asegurado con una justicia cómplice, propia de criminales, que cubrió muchas espaldas a base de repartirse el
inmenso botín de Rumasa.
Los jueces han permitido lo que los forajidos han dictado
políticamente. Es hora de hablar claro y queden las alimañas al descubierto.
No existirá más diafanidad de criterio, después de tanto
oscurantismo, que las letras de este
libro intitulado: José María
Ruiz-Mateos: Toda la verdad sobre mí y sobre Rumasa. El empresario y
financiero sabe bien quién es quién en este país que le ha martirizado con
brutales trampas perpetradas por prohombres de patria que son en realidad
miserables que han llevado, acostumbrados a robar y delinquir sin punición, a
todos los españoles a la ruina 30 años después de la delictiva expropiación.
Seremos francos y cristalinos cuando todos sepamos quiénes
son los canallas que cuajan, con sus nombres y apellidos, la vergonzante
semblanza de una España engañada durante décadas por gentuallas de la política,
de la banca, de la judicatura, de la empresa y de instituciones de apariencia
respetable, conchabadas para, por acción u omisión, llevar a cabo un saqueo
conjunto y dejar en indefensión a una víctima de múltiples mentiras y abocado a
callejones sin salida y con desprestigio continuo personal y profesional.
En el libro guardado durante casi treinta años, hay ya muchos
muertos, auténticas barreduras de polvo que saturan los nichos del mismo modo
que se masificaron sus malas obras con apariencias de honradez. Nombres como el
de Luis Valls Taberner, uno de los ejecutores de la canallada expropiadora que
engañó malévolamente y se apropió de 1.000 millones de pesetas de entonces, sin
que jamás se dijera del destino de ese dinero robado al Sr. Ruiz-Mateos. El
demonio que aconsejó que D. José María fuera a Londres, con el fin de que no
pudiera defenderse mientras el felipismo arremetía contra su patrimonio. Uno de
los ejecutores más cercanos al empresario y que le llevó a la trampa de manera
taimada y traicionera. Rafael Termes, es otro de esos muertos que bien podrían
revolverse en las tumbas cuando se conozcan públicamente sus verdaderas
identidades.
Aunque los muertos importan ya poco, porque son los vivos lo
que aún pueden dañar si no se les saca de los agujeros desde los que dirigen
sus inicuas componendas.
Mil millones robados personalmente por el antiguo presidente
del Banco Popular… esa cantidad no era nada comparado con el Holding Rumasa que
fue presa de una salvaje especulación orquestada por unos forajidos de nueva
hornada que llegaron dispuestos en 1983 a dejar una España irreconocible y así
lo consiguieron robando a manos llenas el 10% del PIB español; entre lo asolado
correspondía al 2% al trabajo de 20 años levantando honradamente RUMASA.
Trescientos cincuenta mil millones de las antiguas pesetas, asolados de la
noche a la mañana junto a casi cien mil puestos de trabajo directo y trecientos mil indirectos.
La política y la banca fueron beneficiados directos del saqueo
en tanto, desde las sombras, algunos hacían creer que era el socialismo el que
verdaderamente intervenía las sociedades del Holding. En el libro se ratifica
quiénes fueron los peones carroñeros y quiénes las piezas de mayor rango que provocaron aquel crimen no investigado.
No es extraño que en la hipocresía visceral de este país
convertido en vergonzante paradigma de inutilidad e ineficacia, los necios de
la actualidad televisiva rían la gracia
de una expropiación brutal a punta de metralleta. Se rían de que el empresario
fuera absuelto en 1996 y de que no se le devolviera lo robado. Rían la gracia de
un Sistema cómplice que resguarda a delincuentes con toga, criminales tras los
despachos de la presidencia de bancos y políticos destructivos que viven a
costa de los ciudadanos después de haber desintegrado sus vidas sin presente ni
futuro.
Comprendo que la imbecilidad sea la tónica generalizada de
payasos que se ríen de las injusticias pensando que tienen bien protegidos sus
patrimonios, pertrechados de viáticos que jamás otros se llevarán por la fuerza
y con absoluta indefensión. Es comprensible que los necios se rían siendo
incapaces de crear empleo o una riqueza retasada en tres Billones de pesetas
como así sucede con el Holding.
Los necios ríen porque son ignorantes, porque son la excusa
perfecta de los criminales que se han aprovechado de que existan estos payasos
de risa floja para intentar ridiculizar la apabullante y excelsa obra de un
empresario y financiero muy serio obligado a defenderse, de manera espectacular, al
observar que vivía en un país cuajado de criminales de alto nivel que se encubrían los unos a los otros.
Uno comprende que la idiocia sea así de poco controvertida
por esa tendencia a la envidia que este país ha practicado desde tiempos
ancestrales. Así no me extraña que la risa tonta sea esa elemental
caracterización de los simples, los llanos, los correveidiles y los poco
productivos charlatanes que copan las pantallas de las televisiones.
A D. José María solo le importa erradicar el terrible drama
de los Inversores y se trabaja de continuo en esa dirección. Sin embargo, el
empresario es consciente de que en treinta años nada ha cambiado y es
obligación moral denunciar a los que llevan décadas de impunidad y orquestando
trampas contra el empresario, además de especular con la vida de todos. No
importa nadie de los que nombra este libro que se convierte en un bestiario
canallesco de una España desconocida que los ciudadanos, las verdaderas
víctimas, merecen identificar. No importan ninguno, porque recompensas
inmerecidas han adquirido, a través del latrocinio permanente, cuando deberían
haber estado en la cárcel.
A mucha gente le sorprenderá la identidad de los nombrados
pero más indignará lo que esconden tras el disfraz de la honradez. Desnudos, no
habrá ropaje que les cubra las vergüenzas. ¿Se imaginan presidentes de bancos,
políticos, jueces, empresarios, periodistas, desnudos en plaza pública y
juzgados por sus verdaderas obras? Hasta puedo imaginarme cadáveres insignes
revolviéndose en sus tumbas…
Un libro así era del todo necesario. Treinta años de espera
son demasiados años, pero siempre ha de
llegar el momento de la verdadera Justicia.
2 comentarios:
Hola. Felicidades, será un libro que impactará a todos, a los que no creen en nada referente a Dº José María y a los que creen en las injusticias cometidas hacia sus empresas, así como en toda su vida pública y privada. Espero poder leerlo muy pronto. Será una gran revelación y hará que se caiga la venda de los ojos, a los que se la habían puesto para no ver la realidad y pasar del mundo, y a los que se la habían atado bien fuerte para hacerse los ciego durante tanto tiempo. Felicidades de nuevo.
Muchas gracias, María. Besos.
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