miércoles, 11 de julio de 2012

¿Por qué no se pudo cumplir con los Inversores de los pagarés?



Durante estos años en que tantos misterios van quedando sin resolver, es paradójico que prolifere el periodismo de investigación que no soluciona nada. Nadie repara en que la manipulación es una pista falsa que no conduce a ningún lugar sino al ahondamiento de la confusión y al alejamiento de la verdad. Los sabuesos no poseen la brillantez deductiva de un Sherlock Holmes; más bien ladran apostados ante la mesa del amo que les echa las migajas de su festín de engaños.

Normalmente cuando se dan factores de oscurantismo siempre existe una fuente influyente que lo genera. El problema es que esa fuente usa a la opinión pública para engañar sobre la verdad que se pretende encubrir y por sistema se anatemiza o pontifica a conveniencia, en detrimento de la inmensa población que ignora la realidad que se pretende encubrir que, de conocerse, constituiría un escándalo de envergadura ante el que estaría justificada cualquier rebelión social. Confundidos es sinónimo de estar aletargados. En España conviene que el ciudadano duerma en la plácida resignación ante los males, mejor que no se levante airado ante la falacia social que le han obligado a creer.

José María Ruiz-Mateos es ciudadano despierto y por ello es conveniente mostrarle como un forajido, antes y después, así evitar que reivindique el derecho y la justicia arrebatados por un infame sistema que le ha procurado una trampa sin salida entonces como ahora. Los problemas de Nueva Rumasa surgieron cuando decidió acelerar el proceso del pago de una indemnización que un moroso Estado español debía a cuenta de la expropiación delictiva de Rumasa. Hasta entonces, las cifras de desarrollo empresarial presentaban un balance propio de una crisis económica generalizada ante la que había avales efectivos para priorizar medidas acordes a las grandes soluciones que demandaba una situación de ámbito internacional, acaso de mucha más gravedad por la inutilidad de la gestión española demostrada durante ocho años.

En España se da muy bien lo de hacerse los suecos cuando no se duda en obrar como sinvergüenzas asociados en el momento que hay que responsabilizarse de algún estropicio. La Política, la Economía, la Banca, el ámbito jurídico son demostrados caldos de cultivo para ese virus de la caradura que los españoles hemos comprobado de manera continuada. Nada podía preverse de las cifras de empresa en Nueva Rumasa que no fuera responder por los compromisos adquiridos contractualmente con la banca que llevaba financiando el proyecto empresarial durante veinte años. ¿Por qué entonces el sentido de urgencia que degeneró en el hundimiento del Grupo empresarial?



El problema de Ruiz-Mateos, es que los enemigos traidores de hace treinta años, son los mismos que acechan con largos tentáculos para dirigir el destino de los que no comulgan con las inmundicias de intereses ocultos al beneficio de la colectividad. Bastó que José María Ruiz-Mateos exigiera el pago de 18.000 millones de Euros por la criminal expropiación del Holding Rumasa, para que se cerrara el grifo crediticio dejando en la estacada la gestión de Nueva Rumasa. Ese pago indemnizatorio conlleva la reconversión en empresas productivas que no intenciones especulativas, como las que pura y duramente desempeña Emilio Botín cuyos productos tóxicos están masivamente representados en el mundo con absoluta indefensión de los estafados.

En consecuencia, el empresario inició una emisión de pagarés con el fin de captar las inversiones que se le negaban con una traición bancaria muy seguramente orquestada más allá de los arbitrios del Banco de Santander. Cierto es que en esta red orquestada del oscurantismo perpetuo, hasta el hombre público más poderoso tiene su amo que le permite catapultarse socialmente a cambio de obrar en la disciplina de lo estipulado donde la menor sugerencia es tomada como imperativo. Mario Conde ya escribía sobre ese "sistema" que le abocó a una ruina personal dirigida por las sombras que mandan verdaderamente sobre este país del engaño eterno.

Exigir lo justo fue pecado que no se perdonó pues impidieron al empresario poder tomar las riendas en la continuidad del proyecto, estallando un escándalo Nueva Rumasa basado en movimientos desde las sombras con el objetivo de que Ruiz-Mateos no pudiera responder por los inversores, presionado brutalmente para conseguir que descarrilara un tren mercantil, dinamitandose las vias futuras al paso de las reacciones lógicas que determinaron las emisiones de pagarés con el objetivo primordial de responder por los inversores.

Cinco mil pasivistas apostaron por un tren sólido y de prestigio desconociendo, como el empresario, que ya estaban colocando las cargas para dinamitar las vías y provocar un descarrilamiento. Lo cierto es que existen peones visibles que acudieron a la Audiencia Nacional de manera harto sospechosa para sembrar un pánico injustificado y dejar que la Justicia, en su cometido coherente, apretara el botón que hizo explosionar todo canal de paso hacia el cumplimiento de las obligaciones. Destruidas las vías, el tren mercantil descarrilaría para vergüenza del maquinista acusado de incumplidor cuando su fin primero era llevar a la estación su comprometido itinerario. El plan de exponer a una persona inocente ante la opinión pública como un estafador, estaba urdido desde el mismo momento en que parecía que el anquilosamiento judicial daba paso a una dinámica hacia la indemnización por la expropiación de RUMASA. José María Ruiz-Mateos no había dejado de litigar en defensa de sus derechos brutalmente alienados convirtiéndose en un duro hueso de roer para los criminales que le despojaron de todo con una confabulación de silencios que pretendió dejarle en absoluta indefensión.

 http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20110305/jerez/calvario-familia-ruiz-mateos-20110305.htmlhttp://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20110305/jerez/calvario-familia-ruiz-mateos-20110305.html

Desgraciadamente los frentes abiertos eran demasiados. José María Ruiz-Mateos no podía contar con la imprevisible traición interna de quien menos se puede esperar.

La apariencia engaña y nada es verosímil partiendo desde capítulos adelantados de este libro de traición que se escribió vergonzantemente en una España plagada de ruines codicias donde, lo aseveraré miles de veces-a fuer de repetirlo quizá algunos más despierten- nada ni nadie son quienes parecen ser.

El capítulo primero del que llaman el "Escándalo de Nueva Rumasa", se empezó a escribir públicamente un 23 de Febrero de 1983. Pretender entender este libro comenzando por los últimos capítulos es de una necedad repulsiva, máxime cuando se intenta negar la mayor para esquivar comprender verdaderamente los entresijos traicioneros contra un hombre honorable, anatemizado por la misma sociedad que se cruzó de brazos cuando fue malignamente saqueado hace tres décadas. Aprovechándose que en España la envidia es caracteristica generalizada como la vanidad y el ultraje a quienes se salen de la media grupuscular de vulgares ladrones que aparentan ser hombres de bien en una sociedad saqueada a destajo, ha sido fácil colar una apariencia que encubre a los verdaderos artífices de un drama del que no es responsable Ruiz-Mateos.

En su indignación, sabedor de los demonios que  disimulan tras la política, la justicia, la banca , la economía y los medios de comunicación, José María Ruiz-Mateos anunció hablar sobre todo lo que sabe de la realidad oculta y que haría temblar los cimientos de todo este entramado hipócrita con el que siempre tuvo que confrontar, precisamente por su dignidad y honradez vilipendiadas arteramente. Sus oscurantistas enemigos saben que la única manera de quitar autoridad moral a quien denuncia las miserias que supondrían un escándalo generalizado, es convertirle en forajido ante los ciudadanos; no solo se consigue, creando un callejón sin salida, restarle credibilidad ante su protesta documentada, también se alcanza el objetivo de arrancarle su justificación reivindicativa a la hora de pagar una indemnización que ya empezaba a clarear en el horizonte jurídico.


Su abogado que lleva la indemnización por justiprecios, constata la creación de repentinos obstáculos que son inversamente proporcionales a la ralentización asfixiante de los embargos que no solucionan nada e impiden poder responder por las circunstancias más perentorias de los inversores, trabajadores y la propia familia.

La realidad se esconde tras aparentes escándalos montados de cara a los medios de comunicación para ocultar las verdaderas razones por las que 5.000 inversores han sido usados para destrozar la imagen pública de un hombre honorable, honrado y digno que siempre luchó a contracorriente por carecer de esa sevicia que en España es moneda de cambio del demonio de las traiciones.

Los enemigos no serían tan dañinos ni conseguirían la eficacia de sus rastreros tejemanejes, de no ser por una ciudadanía abducida que se cree los montajes y juzga severamente a sus víctimas. Sorprendente fue comprobar cuando un docto amigo me retiró la palabra cuando le dije que defendería los derechos de José María ante la opinión pública. Él antes había simpatizado con el empresario siendo consciente de que le habían saqueado delictivamente su patrimonio. Lo que demuestra que quien es necio lo es en esencia y si no cae en la trampa primeramente, lo hará después. La necedad en España es patrimonio generalizado; quizá por ello nos han estafado impunemente y arruinado tantas vidas.

Soy consciente de nadar contracorriente aportando las pruebas de la inocencia de José María Ruiz-Mateos, pero no existe mejor Justicia que la que denuncia la injusticia y tengo conocimiento de causa, honesto y consecuente, para saber quién es quién en este totum revolutum que proviene de RUMASA y de la perseverancia por no dejar impune el crimen del que José María es inocente de principio a fin, por mucho que los ignorantes pretendan comprender el significado de un libro leyendo solo el último capítulo.

3 comentarios:

carpralar dijo...

Ruiz-Mateos fue expoliado. Y como los ciudadanos no nos rebelamos contra la injusticia, dimos permiso a la casta política para hacer lo mismo con nosotros. Ahora todos somos saqueados sin compasión. Y el mismo Tribunal Constitucional que permitió el expolio, en pocos meses ha legalizado a dos organizaciones de la ETA. Esta se financia ya legalmente, pues el impuesto revolucionario nos lo cobra la Hacienda Pública a todos los ciudadanos. Vuelve a confirmarse lo que ya afirmó Montesquieu: "La injusticia hecha a uno solo es una amenaza dirigida a todos". Y aquella amenaza a todos que fue la mal llamada 'expropiación' de Rumasa, se esta ejecutando ahora en todos los españoles de bien. Incluido Ruiz-Mateos.

carpralar dijo...

Ruiz-Mateos fue expoliado. Y como los ciudadanos no nos rebelamos contra la injusticia, dimos permiso a la casta política para hacer lo mismo con nosotros. Ahora todos somos saqueados sin compasión. Y el mismo Tribunal Constitucional que permitió el expolio, en pocos meses ha legalizado a dos organizaciones de la ETA. Esta se financia ya legalmente, pues el impuesto revolucionario nos lo cobra la Hacienda Pública a todos los ciudadanos. Vuelve a confirmarse lo que ya afirmó Montesquieu: "La injusticia hecha a uno solo es una amenaza dirigida a todos". Y aquella amenaza a todos que fue la mal llamada 'expropiación' de Rumasa, se esta ejecutando ahora en todos los españoles de bien. Incluido Ruiz-Mateos.

I.F.C. dijo...

Le agradecemos sus preclaras palabras, Carpralar.

Saludos cordiales.