Con
el fin de ahorrar especulaciones a tertulianos y periodistas que
intentan descubrir la realidad de lo sucedido con Nueva Rumasa y dado
que muchos Inversores me han preguntado sobre ello, estas líneas van a
explicar las verdaderas razones por las que el Sr. Ruiz-Mateos vendió,
por el precio simbólico de un euro cada sociedad, el Grupo empresarial de Nueva Rumasa.
Observando la línea de divagaciones poco profesionales que algunos ignorantes
realizan sin pudor ante las cámaras, incluso diciendo que las
disensiones surgidas durante este tiempo son fruto de una estudiada
estrategia para generar confusiones ante la opinión pública, se hace
necesario clarificar la realidad de los acontecimientos.
No
es fácil entender las consecuencias de la cesión sin antes abordar los
antecedentes que dieron paso a la aparición de Ángel de Cabo para
complicar aún más una situación que desde el principio se hizo
insostenible. Al día de hoy cabe preguntarse: ¿Cuál era esa situación
real de Nueva Rumasa cuando se le dijo a D. José María que entraba en
concurso de acreedores?
Anteayer
lo comentaba con el Sr. Ruiz-Mateos y de aquellas conversaciones surgió
una teoría que está basada en la practicidad circunstancial de cuanto
hemos ido descubriendo durante estos meses de auténticas pesquisas
deductivas, con el objetivo de conocer la verdad que el mismo D. José
María desconoce.
Entonces
le expuse un simil para intentar explicar la disposición que tuvo de
Cabo en principio y cómo fue variando la intención primera de los
acuerdos para desembocar en amenazas del valenciano cuando D. José María
desconfió de él. Le argumenté lo siguiente:
"Viendo
la evolución de los acontecimientos muchos dudan que la situación de Nueva
Rumasa fuera tan ruinosa. Usted fabricó un extraordinario coche con materiales
de primera calidad y lo condujo exitosamente por la carretera
comercial. Luego el volante fue compartido y se delegaron responsabilidades de dirección entre personas de su total confianza.
Tiempo después ese coche fue vaciado de gasolina, sin que
Usted lo supiera, y viendo que había problemas de tracción lo llevaron a
un taller donde se le comunicó una grave avería que aconsejaba
desmontar el vehículo, despiezarlo y de la venta por piezas sacar el
mayor rédito posible para no perderlo todo. Usted no podía creer que un
coche tan flamante y sin problemas pudiera pasar, de la noche a la
mañana, a ser chatarra que había que malvender para salvar a cuantos
apostaron por su recorrido e invirtieron en su mantenimiento y
conservación-los Inversores y Trabajadores-. En aquel taller Usted
exigió al mecánico del despiece que la venta de las partes del coche
sirviera para pagar a los que invirtieron y mantuvieron el vehículo.
Ésa fue su exigencia.
Cuando
Usted observó que el mecánico de Cabo no iba a cumplir con lo
establecido, desconfió y así se lo hizo saber, descubriendo
posteriormente que el taller Back in Bussiness era clandestino y que las
intenciones no eran profesionales ni limpias para lo que se había
concertado en principio. De Cabo se quitó la máscara y le amenazó,
descubriendo tiempo después que se le aconsejó mal para intentar
solucionar unos problemas que le hacen pensar que incluso el coche no
tenía ninguna avería grave como para despiezarlo.
Todo
parece indicar que alguien vació de gasolina el depósito y quizá
desconectó algunos cables que en ningún caso hubieran supuesto motivo
para deshacerse del coche para venderlo como chatarra. De Cabo no
parecía disponer de piezas sueltas sino que preservó el motor, alma vital, una vez relleno de
combustible y conectados los cables.
La clave está en saber quién fue el que vació el depósito y desenchufó la corriente, para cambiar la carrocería secundaria y sacar partido de la motorización".
D.
José María me escuchaba muy atentamente y en ese profundo mirar de su
inteligencia única vi el brillo de su comprensión. Él es un gran
observador y no se escapa nada de un escrutinio profundo muy conocedor
de quiénes son y qué representan cuantos han pasado por su vida, plena de obstáculos que han sido oportunidades para su inmensa capacidad de superación.
"No
es admisible una quiebra como la que se hizo creer en su momento cuando
todas las empresas están funcionando a pleno rendimiento a través de
administradores concursales. Si tan mal estaba Nueva Rumasa, al día de
hoy habrían dejado de funcionar las sociedades. ¿Acaso mejor gestor no
tuvo en Usted durante 20 años que ahora llegan otros para conseguir los
propósitos que consiguió durante toda una vida de eficaz trabajo? No es explicable una quiebra técnica que sin embargo
se palia en poco tiempo con las empresas funcionando. Quizá Nueva Rumasa
no estaba tan hundida como Usted pudo pensar en su momento, debido a
influencias informativas que no provenían de su propio conocimiento".
"Si se realizó
una investigación previa para saber la situación de Nueva Rumasa antes
de cederla a Ángel de Cabo, es porque había activos y recursos que
permitían una transación comercial de ese calado dimensional para
interesar su compra. Del Grupo Trapa existe un análisis de valor en el
2011 con una estimación de 45 a 50 millones de euros, con maquinaria
puntera y una marca de solera históricamente comercial que actualmente
está siendo liquidada por 7.5 millones de euros. La división hotelera,
HOTASA, tenía los hoteles al 90 por ciento de ocupación y también está
en proceso de liquidación. Da la impresión de que Nueva Rumasa estaba
mucho más compuesta que la apariencia de la ruina que en poco tiempo
Usted tuvo que creer."
Efectivamente,
a tenor de lo que se va conociendo, la impresión es que Nueva Rumasa no
estaba tan acabada como en principio pudo creer el genial empresario,
máxime cuando no entendía que le hablaran de procesos concursales
cuando él creía que los activos estaban valorados en miles de millones
euros. Del mismo modo antes se había sorprendido de la postura
inflexible del Banco de Santander cuando los riesgos asumidos con el
banco eran ínfimos comparados con los recursos, por tres veces más, en
activos de que disponía el Grupo.
La
cuestion primordial es saber qué sucedió a espaldas del empresario para
tener que enfrentarse a una decisión tan perentoria como era ceder sus
empresas a un desconocido que hizo una due diligence previa sobre la
situación de las sociedades, para luego hacerse cargo del pasivo de
1.500 millones de euros. Una asunción de responsabilidad empresarial que
jamás estuvo en la intención del valenciano, como así de inmediato se
coligió desentendiéndose del pasivo y de responder por los acreedores de
pagarés.
Para
convencer al muy sorprendido por la situación, se invitó a Díaz Ferrán a
que explicara las excelencias de Ángel de Cabo para cumplir con los
requisitos propios del proceso concursal y salvar la situación con la
disposición esencial de pagar a cuantos invirtieron en los Pagarés.
Cuatro fórmulas de negocio planteaba de Cabo para estar en "primera
línea de combate". D. José María desconfiaba de la situación, de quienes
le explicaban ese plano de situación inusitado que le intentaban
convencer de la quiebra irrevocable de Nueva Rumasa y de la conveniencia
de entablar relaciones y acordar tratos con personas que no le
inspiraban un ápice de seguridad comercial.
Si
José María Ruiz-Mateos finalmente acordó la cesión de Nueva Rumasa a de
Cabo, fue por la única preocupación del empresario por cumplir con los
Inversores y responder por los trabajadores. Una única competencia que
es la que le mantiene activo día a día con el objetivo de reparar el
daño que se causó con la emisión de Pagarés y que, vuelvo a recordar, conlleva la exculpación de D. José María por parte de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF).
El
hecho de que Díaz Ferrán, el mal aconsejador, y de Cabo, junto a Iván
Losada, estén en prisión, explica la magnífica intuición de D. José
María quien en Septiembre del año pasado, exigió la devolución del coche
que le hicieron creer que estaba averiado con el compromiso de gestionar,
al volante de toda responsabilidad, la devolución de los importes de los
Pagarés y las garantías para los Trabajadores que así lo esperaban de
quien siempre respondió por ellos.
Otras situaciones con la Hacienda Pública son cuestiones aparte pues se da la única y vergonzante paradoja que hay en España, de que un Estado con responsabilidades
delictivas, robó injustificadamente a punta de metralleta a un hombre
inocente que fue exonerado de toda culpa e imputación en 1996. Un Estado
que parece sueco siendo español es una de las vergüenzas históricas que
han de dirimirse con la actuación judicial que solo puede esperarse de honorables Jueces; con criterio de dignidad del que careció el Tribunal
Constitucional que permitió el expolio brutal de un hombre honrado que
defiende sus derechos legítimos más allá de la dimensión legal-muy a su pesar, pues hubiera preferido Justicia de verdad- en la que nos
movemos el resto de los ciudadanos.
"Me
cuesta moralmente pagar impuestos a un Estado que me robó
miserablemente un patrimonio, una vida de trabajo, sin justificación-que
no sea delictiva- alguna. Primero que me den los que es mío y luego
echamos las cuentas que quieran." Ése es el legítimo parecer de un héroe
que reivindica Justicia, más allá de la hipocresía de muchos que le han
sometido al acoso y derribo constante.
Solo
la retasación de 51.000 millones de las antiguas pesetas de la Finca de
la Almoraima da para erradicar el brutal drama de los Inversores. Se
cuentan hasta 3 billones en retasaciones e indemnizaciones también en
Justiprecio. Lo que está claro es que lo que le ha ocasionado calvarios
ajenos de su responsabilidad, es el inmenso corazón que le hizo
depositar sus confianzas para luego ser vilmente traicionado, como hizo
Valls Taberner y otros que le han forjado un fuerte espíritu en lo que
parece ser la fragua de un destino a la altura de un luchador sin
parangón.
En
tanto, seguimos trabajando, en realidad luchando, para que se conozca La verdad oculta de
Nueva Rumasa y, por ende, conseguir cumplir con los Inversores. Que Dios
nos ayude.