Es
un destino implícito el de él: confrontar con miserables de toda
condición que siempre han sido atraídos por su virtud genial de crear
riqueza. Igual que hace treinta años, los maleantes asoman tras
cualquier requiebro circunstancial. Siempre ha intuido cómo actuar con
tanto parásito.
A
propósito de la detención de Ángel de Cabo cabe decir que la exigencia
de la devolución de Nueva Rumasa que se hizo pública el 4 de Septiembre, fue la puntilla para destapar los oscuros negocios del llamado
"liquidador". Ya explicaba en anteriores ocasiones que la estrategia de
D. José María obedecía al propósito firme de responder por los
Inversores y que la cesión de Nueva Rumasa por 1 euro cada sociedad,
conllevó la exigencia práctica e insoslayable de pagar a los tenedores
de Pagarés.
Al cabo de un año, de Cabo no se había hecho cargo del pasivo de 1.500 millones de euros y se constataba que podían existir irregularidades en
los procesos concursales. De Cabo, como liquidador de empresas, ya
estaba acusado por la Justicia de usar la extorsión contra los jueces en
los concursos y el chantaje como modus operandi para llevar a cabo sus
negocios sucios.
Así es fácil entender que el Grupo Trapa, tasado según un análisis de valor del 2011
en 45 a 50 millones de euros, vaya a ser liquidado en 7.5 millones de
euros siendo Iván Losada, mano derecha del valenciano, el actual
administrador de Nueva Rumasa. No es casualidad que Losada esté detenido
como su jefe ni que el procurador y abogado de de Cabo, renunciara a la
defensa de su cliente cuando se admitió a trámite la querella de
Antonio Biondini, marido de Begoña Ruiz-Mateos.
Poco
antes se personaron Begoña y Antonio en las oficinas de Back in
Business para llevar a cabo el proceso de reversión y conseguir que
Nueva Rumasa regresara a manos de D. José María. En principio iba a
acudir a aquella reunión pero conociendo las maneras de actuación de de
Cabo decliné la propuesta informando a la prensa presente del gran paso
que se había dado en defensa de los intereses de los Inversores. Sería
así si de Cabo hubiese sido mínimamente legal pero las detenciones
practicadas hoy por el asunto Marsans, corroboran la poca integridad de
quien engañó a D. José María acerca de las verdaderas intenciones en el trato de hace un año.
José María Ruiz-Mateos no se parece en nada a de Cabo, ni personal
ni profesionalmente. Él adquiría empresas en declive para relanzarlas
manteniendo el empleo y multiplicando la capacidad comercial y
expansionando el desarrollo de producción. El valenciano gestionaba las
aparentes bancarrotas de empresas para amañar los procesos, engañar a
los acreedores y gestionar activos con apariencia desinflada para sacar
el mayor rédito de los acuerdos de liquidación.
La
sospecha de una salvaje especulación con las empresas de D. José María
es rayana con el parecido de lo sucedido treinta años atrás con Galerías
Preciados, después de la delictiva expropiación de Rumasa en 1983. Por
aquellos años Galerías Preciados fue cedida, gracias al ladron de
Felipe González, a los Cisneros por 1.000 millones de pesetas, para que
vendieran poco después la sociedad al Grupo Mountleight por 30.000
millones de pesetas. Un negocio redondo de una pandilla majadera, del
felipismo socialista, que se aseguró la impunidad de todas las tropelías
politizando la Justicia, como así se pudo comprobar con el nauseabundo,
vergonzante Tribunal Constitucional.
Existe
una diferencia con aquél entonces ya histórico de una mal llamada
expropiación estatal-que fue en realidad un crimen de sinvergüenzas y
estafadores escondidos tras los atriles de lo político, la finanza, lo
jurídico etc - con el hoy; en 1983 Rumasa era propiedad de D. José
María, mientras que Nueva Rumasa se había convertido en el legado
empresarial que cambió de manos administradoras desembocándose en la
situación límite de la que ha sido exonerado de toda culpa el empresario
jerezano por la UDEF (Unidad Central de Delitos Económicos).
D.
José María confrontó con Ángel de Cabo cuando sospechó que nada de lo
acordado se iba a cumplir. La exigencia de la devolución de las empresas
fue una maniobra con el exclusivo fin de gestionar las sociedades para
pagar a los Inversores. Back in Business, ante el requerimiento, fingió
acceder cediendo un listado de las sociedades vendidas un año atrás ,
pero ocultando que algunas de esa lista estaban ya en proceso de
liquidación; así sucedía con Hotasa, cuyos hoteles al 90% de ocupación
se ofrecían en liquidación a precio de auténtico derribo.
No
es casual que estando Nueva Rumasa mucho menos hundida que lo que nos
hicieron creer, de Cabo pusiera una querella contra D. José María
denunciando que le había vendido un plantel de empresas arruinadas. Una
maniobra que serviría para encubrir la verdadera naturaleza de un trato
que se hizo a espaldas del empresario jerezano y del que desconocía las
verdaderas directrices de las actuaciones posteriores. Todo indica que
el Grupo empresarial no estaba tan hundido como se pretendía aparentar.
D.
José María nunca fue partidario de ceder sus empresas a de Cabo, entre
otras cuestiones porque él pensaba que el Grupo poseía unos activos por
valor de 5.000 millones de euros. De ello se deduce que el balance de
Nueva Rumasa no parecía ser el que D. José María conocía cuando
,sorpresivamente, se le dijo que las sociedades entraban en proceso
concursal.
El
tiempo lo pondrá todo en su sitio concreto y hallará los responsables
de lo sucedido realmente durante estos años, con las nefastas
consecuencias de las que el Señor Ruiz-Mateos es absolutamente inocente.
Ello no quita para que trabaje a diario con esas fórmulas pragmáticas que
permitan cumplir con las obligaciones que como profesional siempre ha
considerado primordial en su labor empresarial y financiera.
Otra
cuestión es lo que lidie con un Estado delictivo que le saqueó
criminalmente todo su patrimonio para descubrirse después que todo fue
orquestado por unas codicias inconfesables de muchos de los que se
consideran próceres de la patria, siendo en realidad estafadores y
delincuentes tras el disfraz de la política y la banca que encubre a cualquier
majadero de baja estofa. Siendo exculpado de toda imputación en 1996,
¿Por qué Felipe González, Miguel Boyer, Luis Valls Taberner y tantos
sinvergüenzas, no fueron imputados como responsables de un expolio sin
ninguna justificación económica ni jurídica?
En
España se tiende a homenajear a la gentuza, esos que se dicen
constructores de la Transición, pero ya se sabe que el lobby de los
indecentes se camufla beneficiándose del engaño en que tienen sumido a
todo el país. La realidad es que poco decente hubo en España durante
estos treinta años y la prueba es el saqueo generalizado al que ha sido
sometido el ciudadano actualmente, empezando por José María Ruiz-Mateos
tres décadas atrás. Con razón puede decir que no existe Justicia en
España y que no hay juez valiente capaz de obrar con rectitud cuanto más
apesta la indefensión orquestada contra el empresario y, no olvidemos,
financiero con 23 bancos robados por las armas.
Aquella gentuza vive muy bien después de asegurarse un futuro propio de la jet set.
De Cabo está detenido y con él todo ese entramado de corrupción del que es ajeno D. José María. ES perentorio parar los procesos concursales ante la evidencia de corruptelas porque no hay otro interés personal que pagar a los acreedores de Pagarés y responder por cuantos damnificados resultaron en estos tiempos que irán demostrando la dignidad y honor de un hombre siempre brutalmente maltratado por la avaricia que se aprovechó de su genial esfuerzo de trabajo sin parangón.
Cuando
un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo:
todos los necios se conjuran contra él. Jonathan Swift.
A tenor de la cantidad de necios e infames que han atacado durante toda su vida a D. José María, éste es un genio como jamás lo hubo en España.
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