Transcurrido
un tiempo de intensa actividad desde aquella primera reunión con Begoña
Ruiz-Mateos y Antonio Biondini que me llevó a vincularme con D. José
María, soy muy consciente de la ardua labor que me propuse en defensa de
la dignidad de un hombre absolutamente desconocido por la opinión
pública cuya imagen estriba en las problemáticas que le
han generado ajenas de su voluntad.
La
gente asocia el escenario del esperpento que tuvo que transmitir para
llamar la atención contra una injusticia que supuso la delictiva
expropiación de Rumasa, con una obra empresarial y financiera de 40 años seria, cumplidora y excepcionalmente irrepetible en la Historia de España.
El
día que acudí a El Gran Debate de Tele 5, presentado por Jordi
González, denuncié
expresamente el conchabamiento de todo un Sistema para expoliar y dejar
en indefensión a un empresario y financiero genial. Puntualicé que
aparentes hombres honorables de la judicatura, la empresa, la finanza y
la política se habían beneficiado del saqueo y que muy seguramente
aquellos fueron los que 30 años después nos llevaron a la ruina a todos
los españoles.
La
realidad es así y tanto fue el escándalo que suponía decirlo en
televisión y en directo que de manera drástica, completamente inopinada
para millones de espectadores, se cambió de tema y finalizó el debate
sin siquiera despedida o anuncio de cambio de
tercio.
Ser
defensor, con conocimiento de causa que avala mi empeño, de un hombre
tan denostado por la gente equívoca que se deja llevar de apariencias
concertadas desde las sombras por sus enemigos, deriva en el
conocimiento de lo encumbrado en medios de comunicación; de la
hipocresía visceral que subyace disfrazada de atractivos eslóganes que
realmente están realizados para aletargar a la población y obligar las
tendencias constructivas o destructivas a favor de la corrupción o en
contra de la dignidad de lo honrado. Mucho es pura manipulación. Seguro que habrá gente honesta en este totum revolutum de intereses dispares
y valga la pena intentar encontrar objetividad sin previas corruptelas.
En
el programa de Jordi González se mostró una encuesta como termómetro de
la opinión del público frente a las últimas circunstancias, tan
intensas como demoledoras, que hemos vivido al lado de D. José María. Un
abrumador 82% decía que el empresario se había reído de la Justicia. Es
una prueba de cuan equívoca es la apariencia frente a la realidad que
no está investida sino de espontáneas reacciones a tenor de lo
circunstancial y que nos vimos obligados a afrontar.
El
Sr. Ruiz-Mateos fue a declarar a Palma en anteriores ocasiones si bien
su salud de 81 años se vio perjudicada. El agravante de viajar con los
calores de verano se presentaba ya como un serio problema para su salud.
1-Alegó
en una ocasión no disponer de dinero para poder hacerse con un billete
de avión. No era ninguna excusa porque entonces nadie se imaginaba que
la
diligencias previas de embargos practicadas en los juzgados, fueron tan
sorpresivamente asfixiantes que en el momento supuso un desconcierto
hasta el punto de no poder viajar a Palma. De inmediato amigos acudieron
al auxilio, en mínima correspondencia a los miles de millones de
pesetas que el empresario ha donado durante su vida empresarial para
obras benéficas que fueron una constante en la atención de su prójimo.
Luego
llegó la orden de busca y captura sobre un hombre que estaba tan
localizado en su casa como para convocar una rueda de prensa.
2-
Con fecha de 13 de Julio, existía un diagnóstico de la Clínica Quirón,
junto a su correspondiente radiografía, que confirmaba la rotura del
dedo del pie. La confusión que degeneró en la más que innecesaria
primera detención, fue provocada por el forense de Palma quien, obviando
el consejo médico de la forense Pozuelo de Alarcón, en Madrid, decidió,
motu proprio, que D. José María podía viajar.
Con
declaraciones públicas, billetes de avión para Palma, radiografía y
diagnóstico y comunicado de prensa oficial, el empresario se disponía a
viajar al juzgado para declarar cuando sorpresivamente llegó la primera
detención. Después de estar todo el día en el calabozo con un
tratamiento riguroso y vital de Parkinson temporalmente interrumpido, la
jueza le deja dormir en casa, "por motivos humanitarios", y es puesto
en libertad a la una de la mañana con la exigencia de que se presente en
Palma con vuelo de las 7:40.
Al
día siguiente, en Alondra, 2, todo
desembocó en un alarmismo por evidentes perjuicios en la salud de D.
José María. Amoratamiento de piernas y pies sin circulación sanguínea,
falta de coordinación en movimientos y alexia repentina con temblor de
la mandíbula. Conscientes de lo que implicaba el repentino problema que
se nos planteaba, nos pusimos en contacto con el Comisario Galán de la
Comisaría para que a su vez advirtieran a los juzgados de Palma.
Durante
el día, con la reanudación de tratamientos inflexibles, el empresario
se estabilizó hasta pensar que se encontraba restablecido. La
intervención del día siguiente, saliendo a recibir a los
medios para explicarse y sincerar su corazón, fue fehaciente prueba de
que dicho restablecimiento no fue todo lo óptimo que hubiéramos deseado.
Luego
llegó la detención, una segunda y acerba detención que fue el detonante
de un resentimiento de salud que no deseo a ningún padre de instructora
de causas pero no olvido aquellas palabras de una justicia terrena en
ocasiones deleznable que reza: "con la misma medida que midas se te
medirá, con el mismo juicio que juzgues se te juzgará"... Estoy seguro
que la siembra de la vanidad se recoge y la vileza disfrazada no escapa
de sus recogidas.
Nunca
se rió de la Justicia D. José María Ruiz-Mateos , si bien es verdad que
posee práctica justificación moral para no creer en ella ni en los
jueces.
En
España no se respeta la Justicia, porque se la reconoce por sus obras.
Se teme, sí, pero eso no es respeto. La confianza se gana con obras que
convencen
mientras aquí se desconfía de la sana intención de los juzgados. No es
culpa del ciudadano. Cada día tenemos más pruebas para avergonzarnos de
ciertos elementos que no por llevar toga son merecedores de
reconocimiento.
No
es risa sino pena y coraje lo que inspira esta España de tantas
mentiras encubiertas. En tanto el Héroe pasa por villano, mientras los
villanos viven a expensas de la tortura al inocente... y la población
engañada lo aprueba. Cualquier día a un 82% de ciegos complacientes los
matan un familiar en un atentado multitudinario en vagones de tren y ni
se molestan en buscar a los autores
intelectuales de la matanza; o saquean un país y arruinan a los
ciudadanos y se van de rositas. Tanto ciego, engañado, manipulado... Así
va España, asco que da.