Pocos creen en la imparcialidad y en la sanidad moral de
algunos que dictan sentencia con un golpe en la mesa, mientras esconden las
vergüenzas con el oscurantismo que ha permitido una miserable
indefensión, propiciada por los que no son ejemplo de respetabilidad por
decisiones que escandalizan a justos e inocentes.
El Estado español robó, a través de unos sinvergüenzas de la
política y la banca que han vivido del botín de Rumasa, 18.000 millones de euros a un
empresario y financiero que fue exculpado de toda imputación dejando sin pretexto legal el expolio de 1983. Normal que para la credibilidad de una
Justicia inexistente sea importante seguir disimulando dignidades fingidas.
Esa misma indignidad es la que ha dejado libre al "Gran Devaluador" Felipe González, quien devaluó un 50% la entonces moneda española en 14 años, además de ser el logístico criminal de vastas corrupciones cuyo testigo recogió aquel nefando Zapatero con el que ha quedado encubierto un trágico 11-M del que devino nuestra ruina institucional y económica. Mismo modus operandi del "secreto sin resolver" y la Justicia encubriendo la mafia política de turno.
Algunos jueces mantienen tatuado el logotipo del PSOE en impudendas partes que no muestran, cuando asoman la jeta con aparente honorabilidad. No hay ciudadano honrado que no los haya calado ya en tres décadas.
Esa misma indignidad es la que ha dejado libre al "Gran Devaluador" Felipe González, quien devaluó un 50% la entonces moneda española en 14 años, además de ser el logístico criminal de vastas corrupciones cuyo testigo recogió aquel nefando Zapatero con el que ha quedado encubierto un trágico 11-M del que devino nuestra ruina institucional y económica. Mismo modus operandi del "secreto sin resolver" y la Justicia encubriendo la mafia política de turno.
Algunos jueces mantienen tatuado el logotipo del PSOE en impudendas partes que no muestran, cuando asoman la jeta con aparente honorabilidad. No hay ciudadano honrado que no los haya calado ya en tres décadas.
En España se echa de menos la implicación del honor para
investigar una estafa silenciada desde los mismos tribunales. Ser condenado a
tres años de cárcel por defraudar a esa Hacienda que le debe a él 18.000
millones de euros es de risa, si no fuera por la repugnante indefensión sin mínima garantía procesal que le propiciaron
aquéllos mismos que han dejado en libertad criminales de toda índole sin
importar la vomitiva representación de la Ley ante la estupefacta ciudadanía;
una extraña ley que ya va quedando al descubierto por esos tufos inevitables de
fosa séptica histórica en que se pringa la credibilidad de algunos que ya no son
respetados y sí mirados con recelo como poco ejemplares ciudadanos de ventaja
inmerecida. García Pelayo inauguró la vergüenza pública que ha continuado hasta
la inexcusable interpretación de sendas sentencias de Estrasburgo con la
evidencia de que algo huele a podrido y se ventea al margen de la ecuanimidad
deseable.
D. José María ha sido condenado a tres años de cárcel y a pagar
10,5 millones de euros por defraudar 4,
4 millones de euros a cuenta de lo que le debían los criminales protegidos por
una maquinaria de estafa generalizada y consentida. Una protección hacia gran número de
beneficiados que se llevaron el botín de manera particular pasando, para más inri,
factura de dos billones de pesetas a los españoles. La politización de la Justicia es lo que tiene de descarado en un país enviado a la ruina por politicastros impunes.
Así funciona este escenario del cinsmo pagado por una ralea
de respetados sinvergüenzas que siguen disimulando el atraco jamás conocido en
el mundo, con esta España oscura plagada de mafias encubiertas.
Con honor y la cabeza bien alta, es sentenciado D. José María
Ruiz-Mateos por tomarse lo que era suyo, toda vez que lo que no pagaba a la
Hacienda que le sustrajo su patrimonio de manera delictivamente solapada, lo
donó en obras sociales y benéficas por valor de cientos de millones de euros.
Él manifestaba públicamente que le costaba moralmente pagar a los que le robaron todo su patrimonio. Suerte tuvieron que fuera de noble proceder porque otro hubiese invertido en armamento para tomarse una venganza de la que, muy seguramente, habría resultado mayor respeto y eficacia en las demandas legítimas.
La sinceridad de su conciencia calma todo conocimiento de su
lucha justa, a diferencia de la vomitiva hipocresía de los que niegan lo
evidente para hacerse pasar por víctimas. Villanos que cuando críen malvas
deberán con sus pútridas almas rendir cuentas de sus escondidas tretas
criminales. Pobre de aquéllos que se crean a salvo dictando ahora los
desórdenes que en el saco de sus ganancias terrenas serán convertidas en la
inmundicia de la siembra de sus obras.
Estas añadidas heridas de guerra de D. José María son sus
méritos contra tan cómodos, falaces y ruines verdugos.
Dios quiera que un día podamos anunciar el pago a los
Inversores y quede en evidencia la peste de la mentira que hoy condena, de
nuevo, a un luchador inocente.
Hagamos un trato. Que le devuelvan los ladrones 22.000 millones de euros, con intereses, y que pague D. José María a euro los 10, 5 millones, tirándolos por el suelo para que se arrastren los beneficiados del latrocinio en vez de ir con la cabeza alta. Miserables.
Hagamos un trato. Que le devuelvan los ladrones 22.000 millones de euros, con intereses, y que pague D. José María a euro los 10, 5 millones, tirándolos por el suelo para que se arrastren los beneficiados del latrocinio en vez de ir con la cabeza alta. Miserables.
1 comentario:
Hola Ignacio a estas alturas de la Película creo que ya está todo dicho y sobretodo que Tú te has esforzado hasta lo indecible para que todo el mundo se entere de los Robos que el sistema Jurídico-Político-Bancario-Empresarial y hasta Institucional, han realizado contra RUMASA y su Propietario. Desde que el Presidente del Tribunal Constitucional ( GARCIA PELAYO )tuvo que autoexiliarse por la atrocidad cometida, por la presión a la que le sometió Felipe González, sin haber tenido la dignidad de haber actuado con honestidad, todo fué como el cuento de Alí Babá y sus complices ladrones. Habrá alguna vez JUSTICIA en España ? Seguro que hay Jueces justos, pero donde están ? y porqué no han celebrado el JUICIO que D. José Mª se merece y ha reclamado hasta la saciedad. AdemÁS solo habría que cumplir el dictamen del Tribunal de Estraburgo. Quién anda detrás de toda esta mentira ?, pues los mismos de siempre ( Gobierno, Políticos, Bancarios... etc. )Sería un MILAGRO que todos sin excepción quedaran al descubierto y si alguno tiene que esconderse en la alcantarilla de la que salió, pues que se pudra allí como le corresponde al ser rastrero que es.- Dios escribirá recto sobre los renglones torcidos de los hombres, de eso no tengo ninguna duda.- El premio llegará.- Un abrazo.
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