La
ignorancia no sólo es atrevida, sino también canalla. Deshonra a este país la
aparición de tanto ignaro en esta oscura historia de España que Zapatero
protagonizó provocando una crisis institucional y económica sin precedentes.
A
nadie deben engañar las apariencias; unos toman las medidas impopulares
por los destrozos que otros provocaron durante ocho años.
Una suerte de cretinos ha visto el filón del mal llamado progresismo, como una manera de
conseguir lo que con la libre competencia les es negado, por una cuestión de
pura inepcia como así demostró el deshonroso ejecutivo socialista que dejó
España hechos unos zorros al son de la Internacional, del “papeles para todos” y del
estruendo de un 11-M no esclarecido y del que no pocos españoles sospechan que
están implicados los que llevaron hacia el abismo a toda la ciudadanía; los mismos
que cuentan estrellas, nubes y monsergas en tanto el gobierno del PP intenta
arreglar un desaguisado absolutamente estremecedor e inconsecuentemente impune.
Vivimos en un país de conveniencia donde es mejor no saber. Tal
es la impunidad aliada de la ignorancia, que se siguen poniendo palos a las ruedas del carro después de
cambiar a los conductores que nos llevaban a la ruina; así de extensa y
contagiosa es la enfermedad que padecemos con tanto virus suelto en el Congreso
de los Diputados.
No
sólo hablamos de caraduras y facinerosos políticos, expertos en trapisondería, en pago de
prebendas a bufones ruidosos, en aliados de fulleros callejeros y acostumbrados a la picaresca visceral… no
debemos obviar las responsabilidades de los que disimulan actitudes
delicuescentes como si no hubiera pasado nada. Así nos va condecorando a los
únicos culpables de esta destructiva era zapatera, para luego
responsabilizarse los que menos culpa
tienen de los desastres inasumibles que son mucho mayores que los provocados
por el felipismo.
Con los antecedentes de impunidad de la era González, era cuestión de tiempo que
se repitiera la torticera intención de saqueo pero ahondando en las raíces
institucionales durante el gobierno de Zapatero. Es referente exponencial de estas
corrupciones acostumbradas del socialismo español, la Rumasa de los años ochenta
de Ruiz Mateos que fue expropiada asegurándose la manipulación política,
económica y judicial que buscaba denostar el primer holding de España con argumentaciones populistas.
Todo
fue un saqueo con la particularidad de que los delincuentes detentaron-todo se sabrá- un poder
pleno de corruptelas que facilitó el atraco estatal con la aquiescencia de un
poder judicial vergonzoso y sectario. Años después las numerosas sentencias del Tribunal Superior de Justicia
daban la razón a José María Ruiz Mateos quien de manera paradigmática y
obligado a que fuera de modo poco ortodoxo, defendió sus legítimos intereses
aún padeciendo una persecución política, judicial y mediática que jamás socavó
su entereza e integridad empresarial.
Decía
al principio que la ignorancia es osada y canalla surgida de esos tiempos del
zapaterismo en que incluso se ha pretendido reescribir una Historia al margen
de la verdad histórica acontecida en 75 años. Si hay ignorantes que se creen la
patraña del régimen feliz que pretenden imponer loando criminalidades del
pasado y levantando rencores guerracivilistas, no es extraño que los ignorantes
crean que hubo sentencias del Tribunal Superior de Justicia en contra del
genial empresario jerezano.
No
es extraño que esos ignorantes de nueva hornada, se crean que las resoluciones judiciales
fueron desfavorables cuando, siendo todo lo contrario, José María Ruiz Mateos
obtuvo la razón jurídica en muchas sentencias con otros tantos recursos por resolver.
Queda
pues en el aire y pendiente una indemnización estatal que muy seguramente fue ralentizada a
propósito durante estos últimos años.
El
mentir y dejar un rastro de bellaquería con apariencia de dignidad es una
estratagema que a Zapatero le fue de perlas, como a González entonces, para
esquilmar las arcas del Estado y robar, a golpe de decreto, los más
sustanciosos botines.
No
es
de recibo el acoso y derribo contra Nueva Rumasa- incluso con los
errores de
gestión derivados de la delegación de responsabilidades en gestores
carentes
del ingenio financiero de Ruiz Mateos, pero bienintencionados en el
desarrollo-, sin considerar el brutal atropello de
quien después vendió a precio de saldo Galerías Preciados y ha vivido a
cuerpo
de rey bajo la protección dineraria de los que se beneficiaron de la
criminal
expropiación. Felipe González es el ejemplo de que se puede ser
marrullero y salir beneficiado con la suerte de quien vende su alma al
diablo. Zapatero también.
La Justicia parece ser un cuchillo de doble filo donde unos son
sentenciados sin oportunidad a la defensa y otros delinquen impunemente siendo
intocables, acaso pagando la limpieza de las sucias togas con que España se ha contaminado
en demasiados casos sospechosos de prevaricación. Otra cuestión es la
especulación bancaria, pero eso no sólo es padecimiento de Nueva Rumasa, siendo
todos los ciudadanos los que han advertido el juego sucio de la banca y su
enriquecimiento con el “trampeamiento
legal” a través de truculentas maquinaciones propias de estafadores, como pueden ser las participaciones preferentes perpetuas.
Los
pagarés de Nueva Rumasa podrían haber cumplido su cometido sin problemas, si se hubiera permitido que la dinámica empresarial
enderezara los errores de gestión. La intención era responder ante todos los
compromisos adquiridos, pero con el indispensable contrato crediticio que abruptamente se ha denegado.
Más
delictiva es la intencionalidad bancaria de las participaciones preferentes
perpetuas siendo una flagrante estafa contra los clientes que confiaron en sus
bancos. Nueva Rumasa podría haber cumplido el expediente de las
responsabilidades mercantiles de no existir una traición bancaria que no va a
dejar de enriquecer a su artífice, en tanto se hunde un holding al que todavía
el Estado ha de rendir cuentas en honor a la verdad y a la Justicia; pero con tanto
ignorante y canalla suelto es más fácil pensar
que José María Ruiz Mateos es culpable, cuando la realidad jurídica está en
camino de aclarar lo contrario.
1 comentario:
¿Conspiración bancaria? ¿Incumplimiento de contratos crediticios? ¿Asfixia económica premeditada? Parece que no todo está escrito aún sobre la segunda aventura empresarial de Ruiz Mateos.
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