Holding robado delictivamente mediante la politización de ls Justicia por parte de forajidos disfrazados tras la excusa política. Nada de lo saqueado repercutió en beneficios sobre los ciudadanos:
En un país como España, con los
antecedentes de corrupción encubierta durante décadas, no debería sorprender el
barrizal que asuela a los ciudadanos, atrapados en un bucle de succión que la
clase política práctica tapando agujeros propios a base de esquilmar el
bolsillo del ciudadano.
El felipismo inauguró la
sangría y España quedó desangrada. De los desharrapados de Suresnes surgieron
los sinvergüenzas de la élite que terminó arruinando a los ciudadanos en varias
ocasiones. El liberalismo arregla los destrozos que las alimañas surtidas de la
delincuencia sin castigo provocan cuando engañan electoralmente a un país que
no renuncia a su carácter de estulticia social.
Debemos admitir que somos
un país de una hipocresía y un cinismo radical que se aglutinan en los esbirros
de la política a sueldo de corruptelas sectarias. El PSOE es históricamente un
engendro disimulado de engaños en altas esferas. Las bases son mucho más
decentes, pero la cúspide de la pirámide hiede a criminalidad.
La expropiación de Rumasa
debería enmudecer las denuncias de los dirigentes socialistas que buscan
derrocar a un Mariano Rajoy que nos ha librado de un rescate inminente que el
zapaterismo sirvió en bandeja para Europa. En España debe de haber muchos
desagradecidos que no malnacidos... aunque ya se sabe lo que dice el aforismo
popular.
El socialismo que ahora busca
la oportunidad de encumbrarse en el poder al poco de arrasar España, es el
mayor germen de criminal solapamiento que ha arrostrado a la ruina de manera
continua, usando de manera maestra-malas vergüenzas presumir de falsarios con
suerte- la demagogia, echando inmensos balones fuera para denunciar las pelotas
de ping pong de los ajenos.
La Historia de España
contemporánea la escriben los estafadores sin punición que han convertido el
país en un coto de caza privado ,algunos puño en alto, donde no se ha dudado en
usar ametralladoras para saquear un Holding privado y hasta bombas echando
culpas a células islamistas creadas ad hoc por confidentes de la Policía.
Todo cuela… el Estado al
servicio de pordioseros encumbrados mediante sufragio universal. Está claro que
así no hace falta ir a la guerra civil si no se gana en las urnas como decía
Largo Caballero; él mismo, de tener oportunidad, habría sido un parásito
en apariencia pacífico, como sucede con los de ahora.
La piedra
filosofal de la estafa permanente de algunos del PSOE es la politización de la
Justicia. Una firma de pactos constitucionales se convirtió en la excusa
perfecta para delinquir convirtiendo todo atropello delicuescente en una
cuestión de Estado “por el interés de los españoles”.
Son los socialistas, los mismos que
practicaron una expropiación brutal de un patrimonio legalmente ganado por José
María Ruiz-Mateos; los mismos que robaron rastreramente para su propio
beneficio el Holding Rumasa valorado en retasaciones por tres billones de
pesetas; los mismos que estafaron haciendo pagar a los españoles dos billones
para sostener los pelotazos privados del crimen económico; los mismos que dejan
huella hedionda del paso por el gobierno, cuando no sangre y un cúmulo de
actividades delictivas avalado por jueces de la misma cuerda sectaria. Son los
mismos… ¿que piden ahora la dimisión del Gobierno del PP?
Las trapisondas sanguinolentas de lo vil deben
de rendir muchos beneficios cuando, a pesar de las sonadas y flagrantes
criminalidades cometidas, algunos siguen poseyendo una credibilidad achacable a
los complejos que ciertos parias de la población no se tratan psicológicamente,
buscando un proceso de destrucción generalizada por envidia e incapacidad
personal para ser civilizadamente competentes.
Felipe González lideró e hizo evidente el
beneficio de su latrocinio contra Rumasa. El inefable Alfonso Guerra, lenguaraz
y vivaracho pícaro de los bajos fondos poblacionales, argumentó lo del “todo
para el pueblo” para engañar a los lechuguinos que esperaban maná del
tormentoso cielo socialista del que sólo llueve mierda que nos pringa a todos.
Al menos en su demoledora caradura de revanchista sin causa, tuvo la osadía de
esgrimir con chulería el secreto de las impunidades proclamando que Montesquieu
había muerto; el padre de la Justicia magna que preconiza la separación de
poderes lo asesinó Guerra en un alarde de engañifa universal a la altura de los
más afamados trapaceros mundiales.
Cuando no se erradica un cáncer, el
tumor prevalece y se extiende sin remisión. El proceso quístico del socialismo
y los correligionarios agazapados en espera de dar el bocado cuando la
enfermedad izquierdista llega al poder, es un contagio viral y de permanencia
convirtiendo a la gentuza en honorables engañadores que siempre trincarán
ocultándose en la judicatura los peores crímenes. No son casualidades las
realidades del expolio de Rumasa, como tampoco la matanza del 11-M, la
intentona golpìsta del 23F-el paripé para dar un giro radical a la izquierda en
España, usando militares reales como reales fueron los islamistas del 11-M
reclutados por confidentes policiales… y hasta si apuran siguiendo las pistas
del crimen de Alcásser-el brutal asesinato de Miriam, Toñi y Desiree-, el
encubrimiento de una matanza de niñas cuyos asesinos poseen nombre y apellidos
y no son los chivos expiatorios de Ricart ni Ánglés.
Los reyes del “Cui prodest?”
(¿A quién beneficia?), sospechosos para millones de españoles de los más
evidentes y brutales crímenes perpetrados en España, pretenden dar lecciones de
moralidad denunciando calderilla de dinero privado en sobresueldos, llevándose
en caliente y cocinado por la impunidad jurídica, tres billones de euros de
Rumasa… y el suma y sigue de tanto derivando en la vergonzante secuela de los
ERE de la Junta de Andalucía o los pelotazos de Tomás Gómez en Parla… o tantas
e innumerables estafas públicas con sello de puño y rosa.
España debe de estar
enferma de imbecilidad, o de falta de solemnidad, la básica. Quizá es más grave
y está permanentemente moribunda a voluntad de unas garrapatas que propagan la
enfermedad de Lyme-denominada “la gran imitadora”-haciéndose pasar por toda
clase de dolencias disimulando el verdadero mal que causa los estragos. El PSOE
pretende derrocar un Gobierno del Partido Popular, salvavidas que nos ha
librado de las garras que durante ocho años nos laceraron engañando sin piedad.
Perras míseras
denunciadas por el PSOE y esbirros del sectarismo, para encubrir las
fortunas que han birlado. Empezando por Rumasa, vergüenza internacional en una
España comprada para enmascarar la verdadera faz de tan insignes aprovechados
de la Política.
1 comentario:
Esto es basura,morralla,gentuza,sobras.
Por el bien de España habría que ilegalizarlos, ya nos la metieron con el atroz robo del patrimonio y derechos del magnifico Don José María.
En 2004 cuando Aznar dejo una España grande y fuerte, el inútil de ZP solo tardó 2 años en destrozarla y como ya hicimos en 1986,89 y 93 pecamos de gilipollas y volvimos a votar al malo.
Nos ha arruinado la vida y nos ha puestos leyes ridículas y dictatoriales.
Esta gentuza debe dejar la política.
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