viernes, 11 de septiembre de 2015

La cobarde y chirriante Susana Grisso





  • No hay nada más hermoso que ver un perro olisqueando el campo, jugueteando alrededor del núcleo de sus diversiones, con sus amos compartiendo tiempo y las sonrisas como beneficio vital que el amigo canino intuye con cada salto. Eso es bonito. Horrendo es ver una ladradora en una pantalla de televisión que se gana opíparamente la vida oliendo la mierda del mundo y saboreándola con rancios guiones de sensacionalismo. No es lo mismo ver a perros moviendo la cola que a otra moverse delante de la cámara con instinto de bestia.

    Es nauseabundo ver merodear a las alimañas carroñeras que olfatean las tragedias para alinearlas en la mesa de redacción, multiplicando los índices de audiencia importando-a no ser por la afectación artificiosa que aún vende más-muy poco el dolor de los protagonistas de un suceso luctuoso.

    Susana Grisso me parece una de esa menganas estrelladas que triunfan con la deleznable función del buitreo y el despedazamiento de la triste realidad. Cualquiera diría viendo a semejante chula de la inmundicia ante una cámara que nació para regurgitar la mierda social de la que vive ella;  que la acompaña complacida en el cubil de un hogar forjado de sangre, saña, desperdicio social y parasitismo.

    Algunas mal llamadas estrellas son sombras fundidas de la inteligencia básica, mentores de la estulticia y repulsivas figuras mediáticas ensoberbecidas con pobres méritos, acaso adquiridos en alcobas fuera de plató. Muchas son putas con ganas y se las saben todas para parecer damas de alterne nacional. No será el caso de esta. Estoy generalizando.
     
    Susana Grisso es vieja en espera del tiempo, un alma pútrida con apariencia juvenil. Pronto la desgarraran las arrugas de esas entrañas tóxicas que le vertebran el cuerpo con la ponzoña que suelta por una boca a propósito para chupar la escoria de la que se alimenta a diario.

    Además es ignorante y zafia, una jirafa andante que toca los techos de los platós dejando rastro de suciedad que acumula tras su enrrabietada pose de mujer interesante, más bien prefabricada de vanidosa perversidad.

    Esta mengana, aprovechando la muerte de D. José María, ejerció de juez dando por sentada la ilegalidad que no fue del Holding Rumasa, arguyendo que era estafa piramidal al día de morir el empresario. Resumió treinta años de lucha con su verbo enfangado de moco y baba. Hay que ser lerda y malintencionada. Tan entendida esta estulta variante de informadora hecha de escoria desinformativa. Así resumió la simia un combate inteligente contra una estafa estatal en un país de corrupción que silenció la firme y legítima protesta de un empresario EJEMPLAR, sí EJEMPLAR, hasta que le tocaron los cojones del alma. 

    Reaccionó de la mejor manera posible, porque otros habrían matado a esa ralea de facinerosos que vivieron con holganza después del canallesco golpe felipista.

    Luego el silencio, la injusticia de omitir lo evidente, la vergüenza de los tribunales y de toda esta España cuyas gentuzas de honorabilidad aparente llevaron a la ruina a todos sus ciudadanos.

    http://es.scribd.com/doc/102624308/Recurso-Contencioso-Administrativo-Contra-El-Tribunal-Constitucional

    ¿Qué saben las putas más que un médico de enfermedades infecciosas? La Grisso, esa que me desagrada hasta en el apellido descomunalmente chirriante como su verborrea de cantamañanas, llamó estafador a un D. José María Ruiz-Mateos de cuerpo presente, engañando con su salivosa oratoria-parece que escupe más que habla- sobre una situación jurídica de injusticia histórica que la muy indeseable saldó en dos segundos.

     Hay que ser ruin, fulana y mengana, chula insuficiente como bastarda en el discurso de la verdad, para insultar a un hombre del que no está nada dicho sino por los envidiosos de mierda que asuelan este país con la simpleza de una obra televisiva que se olvidará y que solo alimenta el morbo del espectador. Seguro que esa aprendiz de la dignidad, no habría soltado una mierda más por esa boca cavernosa y salivar cuando D. José María llevó sus empresas con absoluto tino empresarial hasta encontrarse de bruces con una expropiación injustificada siendo exculpado de toda imputación en 1997. No había estafador antes ni lo hubo después.Y lo explico:

    En los momentos de gloria la cobarde Grisso lo habría saludado desde las esquinas y con reverencias. Así son estas trepadoras del amarillismo con la sociedad convertida en un estercolero de audiencias.

    Explicar a  los gilipollas es labor imposible. Dicen que fue expropiado por deudas y la poca solidez del Holding. Una mierda. Las deudas de la seguridad social fueron entonces por la compra de la deficitaria Galerías Preciados y ya se había negociado esa deuda con Hacienda.



    Las empresas funcionaban con ingente solvencia y los bancos cumplían a rajatabla las reglamentaciones del Banco de España. Habría sido imposible el funcionamiento de esos bancos durante años saltándose la legalidad fiscal como financiera. El empresario apuntó a la traición de Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular, y a Rafael Termes, del Opus Dei quienes le llevaron a la trampa llegado el socialismo. Fue Luis Valls Taberner quien le aconsejó taimadamente trasladarse a vivir a Londres hasta que pasara el temporal para que pareciera un prófugo. Una vez acometido el golpe delictivo de carácter estatal fueron muchos los convidados en el reparto de las 700 empresas y 22 bancos.

    Las únicas causas penales del empresario y financiero  eran por la interrupción de los pagos en operaciones empresariales-el Hotel Eurocalas se estuvo pagando durante 5 años hasta la irrupción de los problemas- y las referentes a deudas con la Hacienda Pública. ¿Con un Estado demostradamente delictivo que le saqueó su patrimonio legalmente establecido, como demostró su absolución en 1997 y dos autos del Tribunal Supremo que dictaban devoluciones de justiprecio una vez realizada una consolidación de balances que en 16 años no se realizó? Si Ruiz-Mateos hubiese matado a tanto cerdo de mierda en este país, hoy habría sido enterrado con honores y con los morros pegados al suelo de tanto bocazas. Cobardes nauseabundos. Inútiles y facinerosos, incapaces y envidiosos. Cuánto mal parido.

    Después de la delictiva expropiación, D. José María se abstuvo voluntariamente de pagar impuestos por la gran canallada de un expolio bajo conchabamiento de no pocos cabrones honorables de esta España trilera. El Estado le debía 18.000 millones de euros  en retasaciones y mantuvo un pulso legítimo contra una delincuencia organizada de carácter estatal, sabida en las más altas instancias pero omitidas por la gran mayoría de hipócritas que callan cobardemente.


    http://es.scribd.com/doc/100456139/RUMASA-1961-1981-XX-Aniversario 

    http://www.elmundo.es/elmundo/2001/03/20/espana/985107380.html 

    Si le llama estafador por el drama de los Inversores, ahora que ha marchado y me veo en la obligación moral de defender el honor de un gran hombre, padre sin parangón, diré que él no fue responsable. 

    No hay estafa ninguna en un hombre cuyo detonante del Parkinson-que aprovecharon sus enemigos para desprestigiarle con el fin de que dejara de litigar con el Estado español-, le obligó a delegar responsabilidades encontrándose por sorpresa lo sucedido sin su culpa, intentando retomar las problemáticas cuando ya era demasiado tarde y además había recibido información desvirtuada sobre la situación real pillándole a contrapié la hecatombe que él no provocó.Esa es la verdad que quiso ocultar dando la cara por todo.

    Durante 50 años había emitido pagarés y jamás dejó de pagar lo comprometido. 

    La mengana, la parásita de la tragedia, rabia y escupe con ignorancia. Qué esperar de semejante ser  que preguntó a grito pelado, las verduleras se hacen notar menos, si  D. José María padecía demencia senil. Entonces pregunté a la mengana si ella se rascaba por infección vaginal. Por el hedor que despide su moral putrefacta parece que permanentemente y sin cura. La infección apestosa es del alma.

    Descanse en Paz, José María, amigo tan injustamente atropellado por la falacia,  después de soportar a villanas tan lustrosas. Ya llegará a tan confiadas hienas la enfermedad.

    P.D. No le gustaba Susana Grisso a D. José María, decía que era fea sin operar y no se equivocó. Lo decía por el interior; eso es inoperable. 

     En cuanto al regalo de la Virgen del Racimo... no hay que dar perlas a puercos, no sea que se revuelvan y destrocen (Jesús). 

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