No hay nada más hermoso que ver un perro olisqueando el campo, jugueteando alrededor del núcleo de sus diversiones, con sus amos compartiendo tiempo y las sonrisas como beneficio vital que el amigo canino intuye con cada salto. Eso es bonito. Horrendo es ver una ladradora en una pantalla de televisión que se gana opíparamente la vida oliendo la mierda del mundo y saboreándola con rancios guiones de sensacionalismo. No es lo mismo ver a perros moviendo la cola que a otra moverse delante de la cámara con instinto de bestia.
Es nauseabundo ver merodear a las alimañas carroñeras que olfatean las tragedias para alinearlas en la mesa de redacción, multiplicando los índices de audiencia importando-a no ser por la afectación artificiosa que aún vende más-muy poco el dolor de los protagonistas de un suceso luctuoso.
Susana Grisso me parece una de esa menganas estrelladas que triunfan con la deleznable función del buitreo y el despedazamiento de la triste realidad. Cualquiera diría viendo a semejante chula de la inmundicia ante una cámara que nació para regurgitar la mierda social de la que vive ella; que la acompaña complacida en el cubil de un hogar forjado de sangre, saña, desperdicio social y parasitismo.
Algunas mal llamadas estrellas son sombras fundidas de la inteligencia básica, mentores de la estulticia y repulsivas figuras mediáticas ensoberbecidas con pobres méritos, acaso adquiridos en alcobas fuera de plató. Muchas son putas con ganas y se las saben todas para parecer damas de alterne nacional. No será el caso de esta. Estoy generalizando.
Susana Grisso es vieja en espera del tiempo, un alma pútrida con apariencia juvenil. Pronto la desgarraran las arrugas de esas entrañas tóxicas que le vertebran el cuerpo con la ponzoña que suelta por una boca a propósito para chupar la escoria de la que se alimenta a diario.
Además es ignorante y zafia, una jirafa andante que toca los techos de los platós dejando rastro de suciedad que acumula tras su enrrabietada pose de mujer interesante, más bien prefabricada de vanidosa perversidad.
Esta mengana, aprovechando la muerte de D. José María, ejerció de juez dando por sentada la ilegalidad que no fue del Holding Rumasa, arguyendo que era estafa piramidal al día de morir el empresario. Resumió treinta años de lucha con su verbo enfangado de moco y baba. Hay que ser lerda y malintencionada. Tan entendida esta estulta variante de informadora hecha de escoria desinformativa. Así resumió la simia un combate inteligente contra una estafa estatal en un país de corrupción que silenció la firme y legítima protesta de un empresario EJEMPLAR, sí EJEMPLAR, hasta que le tocaron los cojones del alma.
Reaccionó de la mejor manera posible, porque otros habrían matado a esa ralea de facinerosos que vivieron con holganza después del canallesco golpe felipista.
Luego el silencio, la injusticia de omitir lo evidente, la vergüenza de los tribunales y de toda esta España cuyas gentuzas de honorabilidad aparente llevaron a la ruina a todos sus ciudadanos.
http://es.scribd.com/doc/102624308/Recurso-Contencioso-Administrativo-Contra-El-Tribunal-Constitucional
¿Qué saben las putas más que un médico de enfermedades infecciosas? La Grisso, esa que me desagrada hasta en el apellido descomunalmente chirriante como su verborrea de cantamañanas, llamó estafador a un D. José María Ruiz-Mateos de cuerpo presente, engañando con su salivosa oratoria-parece que escupe más que habla- sobre una situación jurídica de injusticia histórica que la muy indeseable saldó en dos segundos.
Hay que ser ruin, fulana y mengana, chula insuficiente como bastarda en el discurso de la verdad, para insultar a un hombre del que no está nada dicho sino por los envidiosos de mierda que asuelan este país con la simpleza de una obra televisiva que se olvidará y que solo alimenta el morbo del espectador. Seguro que esa aprendiz de la dignidad, no habría soltado una mierda más por esa boca cavernosa y salivar cuando D. José María llevó sus empresas con absoluto tino empresarial hasta encontrarse de bruces con una expropiación injustificada siendo exculpado de toda imputación en 1997. No había estafador antes ni lo hubo después.Y lo explico:
En los momentos de gloria la cobarde Grisso lo habría saludado desde las esquinas y con reverencias. Así son estas trepadoras del amarillismo con la sociedad convertida en un estercolero de audiencias.
Explicar a los gilipollas es labor imposible. Dicen que fue expropiado por deudas y la poca solidez del Holding. Una mierda. Las deudas de la seguridad social fueron entonces por la compra de la deficitaria Galerías Preciados y ya se había negociado esa deuda con Hacienda.
Las empresas funcionaban con ingente solvencia y los bancos cumplían a rajatabla las reglamentaciones del Banco de España. Habría sido imposible el funcionamiento de esos bancos durante años saltándose la legalidad fiscal como financiera. El empresario apuntó a la traición de Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular, y a Rafael Termes, del Opus Dei quienes le llevaron a la trampa llegado el socialismo. Fue Luis Valls Taberner quien le aconsejó taimadamente trasladarse a vivir a Londres hasta que pasara el temporal para que pareciera un prófugo. Una vez acometido el golpe delictivo de carácter estatal fueron muchos los convidados en el reparto de las 700 empresas y 22 bancos.
Las únicas causas penales del empresario y financiero eran por la interrupción de los pagos en operaciones empresariales-el Hotel Eurocalas se estuvo pagando durante 5 años hasta la irrupción de los problemas- y las referentes a deudas con la Hacienda Pública. ¿Con un Estado demostradamente delictivo que le saqueó su patrimonio legalmente establecido, como demostró su absolución en 1997 y dos autos del Tribunal Supremo que dictaban devoluciones de justiprecio una vez realizada una consolidación de balances que en 16 años no se realizó? Si Ruiz-Mateos hubiese matado a tanto cerdo de mierda en este país, hoy habría sido enterrado con honores y con los morros pegados al suelo de tanto bocazas. Cobardes nauseabundos. Inútiles y facinerosos, incapaces y envidiosos. Cuánto mal parido.
Después de la delictiva expropiación, D. José María se abstuvo voluntariamente de pagar impuestos por la gran canallada de un expolio bajo conchabamiento de no pocos cabrones honorables de esta España trilera. El Estado le debía 18.000 millones de euros en retasaciones y mantuvo un pulso legítimo contra una delincuencia organizada de carácter estatal, sabida en las más altas instancias pero omitidas por la gran mayoría de hipócritas que callan cobardemente.
http://es.scribd.com/doc/100456139/RUMASA-1961-1981-XX-Aniversario
http://www.elmundo.es/elmundo/2001/03/20/espana/985107380.html
Si le llama estafador por el drama de los Inversores, ahora que ha marchado y me veo en la obligación moral de defender el honor de un gran hombre, padre sin parangón, diré que él no fue responsable.
No hay estafa ninguna en un hombre cuyo detonante del Parkinson-que aprovecharon sus enemigos para desprestigiarle con el fin de que dejara de litigar con el Estado español-, le obligó a delegar responsabilidades encontrándose por sorpresa lo sucedido sin su culpa, intentando retomar las problemáticas cuando ya era demasiado tarde y además había recibido información desvirtuada sobre la situación real pillándole a contrapié la hecatombe que él no provocó.Esa es la verdad que quiso ocultar dando la cara por todo.
Durante 50 años había emitido pagarés y jamás dejó de pagar lo comprometido.
La mengana, la parásita de la tragedia, rabia y escupe con ignorancia. Qué esperar de semejante ser que preguntó a grito pelado, las verduleras se hacen notar menos, si D. José María padecía demencia senil. Entonces pregunté a la mengana si ella se rascaba por infección vaginal. Por el hedor que despide su moral putrefacta parece que permanentemente y sin cura. La infección apestosa es del alma.
Descanse en Paz, José María, amigo tan injustamente atropellado por la falacia, después de soportar a villanas tan lustrosas. Ya llegará a tan confiadas hienas la enfermedad.
P.D. No le gustaba Susana Grisso a D. José María, decía que era fea sin operar y no se equivocó. Lo decía por el interior; eso es inoperable.
En cuanto al regalo de la Virgen del Racimo... no hay que dar perlas a puercos, no sea que se revuelvan y destrocen (Jesús).
Único Blog oficial desde 2012. Julio 2023: La Justicia da la razón a D. José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada después de 40 años del expolio de RUMASA. La Familia unida declara que desea pagar a los Inversores con el montante multimillonario y limpiar el buen nombre de un Héroe. Juicio de enero a abril de 2024. Seguimos trabajando para que los Inversores sean compensados y cuidar la digna Memoria de José María Ruiz-Mateos
viernes, 11 de septiembre de 2015
La cobarde y chirriante Susana Grisso
miércoles, 9 de septiembre de 2015
La gente de bien supo quién fue D. José María. Homenaje de José Rodríguez Gómez
(Imagen de InjusticiaRumasa1983)
Se nos fue José María, el de Rumasa, el de la abeja, aquel del..."que te pego, leche", al ministro del gobierno-gansteril de Felipe González... un tal Boyer, el mismo pieza que tras la "socialista" expropiación de su holding empresarial abrazara después, sin el menor rubor, las candilejas del papel couché que le ofreciera aquella china de porcelana. Para compartir con ella sus micciones y deposiciones entre refinadas cerámicas de Porcelanosa de no sé cuántos cuartos de baño en su lujosa mansión.
Se nos fue Jose María, nuestro histriónico supermán hispano, aquel que fuera vejado, vendido, vilipendiado y crucificado, en un auténtico aquelarre de la infamia, en un fiel calco de lo acontecido con el Galileo dos mil años antes. Como aquél, no se libró del odio, ni de la envidia, ni del desprecio, ni de la venganza. Lo crucificaron solo porque ninguno de sus enemigos le llegaba a atarle las sandalias. También por ser un espejo donde todos ellos se reflejaban tal cual eran y no les gustaba lo que veían en él. No se lo perdonaron y sus "hermanos de fe", fueron los que destilaran mayor ahínco, ensañamiento y crueldad...
¡A la mierda con ellos, don Jose Maria!, solo eran Iscariotes aferrados al becerro, al brillo de la codicia, al apego del vil metal. Nada que ver con el alma en bandolera de este andaluz universal. Puedo imaginarle en sus insondables soledades, en el dolor de sus profundas heridas, en los amargos via crucis por tanta traición y por tanto ensañamiento...
Pero supo mantenerse digno, inmenso, sin doblar la rodilla. Estoy seguro de que también sufrió, ¡y de qué manera!, por aquellos que se vieron arrastrados y perjudicados en su titánico esfuerzo de reflotar su nuevo holding sin la menor ayuda del sistema financiero. Esperó hasta el final a que el Estado, tras vencer en una titánica lucha en las instancias juridicas españolas e internacionales, le restaurara lo que de la manera más vil le fuera expoliado.
Hubiera podido con ello devolver las legítimas deudas a sus acreedores, pero no pudo ser porque el Estado, en manos de los infaustos Caifases del sanedrin del abuso, Aznar, Zapatero o Rajoy, hicieron caso omiso de las resoluciones judiciales.
Pese a todo, yo no veo a D. Jose María Ruiz Mateos como un perdedor. Perdedores fueron sus enemigos que, pese al calvario al que fue sometido, jamás consiguieron doblegarlo. Su figura se mantendrá imperecedera mientras que la de sus enemigos se difuminarán entre los grises pliegues del olvido, porque más allá de la traición nada fueron. Otros, en cambio, serán recordados en algún rincón de la Historia como miserables verdugos. No dieron para más.
José Rodríguez Gómez (Escritor)
lunes, 7 de septiembre de 2015
Ruiz-Mateos no abandona, solo ha muerto
http://www.elimparcial.es/noticia/155474/Ruiz-Mateos-no-abandona-solo-ha-muerto.html
TRIBUNA
Ruiz-Mateos no abandona, solo ha muerto
07/09/2015@19:58:59 GMT+1
Ignacio Fernández Candela
Escritor-Crítico literario
Querido José María, el
día llegó. Tu Madre y tu Padre a tu lado, batallador por la Justicia,
ahora sabes más que lo que aquí vemos. Seguro que hay un significado
para todo y es virtud eterna conocer la razón de tanto sufrir, allá
donde estés.
Tu propósito fue darlo todo después de que se restara la vida en múltiples aspectos: esa agonía del alma que tu cuerpo rezumaba, con el dolor silencioso que cargaste estos últimos años como una pesada cruz sabedor de que la fuerza vital te abandonaba por el estricto juez del tiempo en circunstancias desesperantes. Asumiste las consecuencias de una depresión absolutamente disimulada que no dejabas que te venciera firme y disciplinado ante la mesa del despacho, cuando no postrado de dolor en la cama, trabajando las posibilidades como reducto de esperanza para asumir el compromiso de pagar lo adeudado por una trampa que de bruces te encontraste en lo que pensabas tu retiro. Sé que tu espíritu no desfallecía aunque percibías con impotencia que la luz se apagaba en esa lucha contrarreloj que nos llevó por despachos de presidencias de bancos a buscar las soluciones; durante casi tres años extenuantes de asistir a las interminables reuniones, combatimos; me llamabas de madrugada y acudía sin horarios, sin fiestas de guardar ni domingos. Solo importaba pagar a los Inversores y no existía ni tiempo ni espacio que fuera a quedar desocupado si tu ingenio ya mermado lo requería. Pese al Parkinson y la desintegración de tu ser aplastado por la obligación moral para seguir exigiéndote esfuerzo, con el horror callado de asumir compromisos solemnes por ajenas responsabilidades cada día te levantabas adoctrinado en sacrificios... ya ves, ingrato destino, cuando ya pensabas haberlo dado todo para que otros tomaran tu testigo.
Vivimos demasiado en aquellos días de trinchera y batalla cotidianas, públicas y privadas como tu portavoz. Tal vez más duras las privadas que las públicas. A espaldas del mundo y frente a la adversidad de las falsas apariencias tú eras tan grande y yo tan inesperado que tu confianza me otorgó el privilegio de bucear contigo en la inmundicia de las mentiras silenciadas para batallar por una verdad reivindicada hasta la extenuación. Tú no parecías cansarte pero, cuando te arropábamos en el descanso del guerrero, veía el ser valiente que lo había sacrificado todo por nada y si era la voluntad de Dios, Amén. Desde el primer momento en que nos conocimos no dio tiempo a reflexionar sino a actuar. Así se nos unieron las vidas cuando me pediste, tú héroe, luchar contigo frente a todo. Solos, a ti ya ni te consideraban sino como simple anécdota de guerrero vencido con una historia que contar, siendo yo el acompañante de las horas perdidas.
Estoy seguro de que tu familia te quiso y te admiró pero también que la echaste en falta cuando más la necesitaste. Cargué felizmente con el privilegio de tu confianza para cubrir una inmensa soledad y pasé a ser blanco de odios y humillaciones tal cuál los recibiste tú durante toda una vida. No necesitaste de mí un relaciones públicas sino un sólido defensor que conocía las verdades que en este país se callan con hipócrita convicción de justicia. Bien lo supimos sin resignarnos, tan falsa. Como pude y apabullado frente a la indiferencia que tantos habían ejercido ante tus legítimas reivindicaciones, monté en esta montaña rusa de tu vida y supe del vértigo que padeciste con absoluta dignidad. Eras exigente e implacable pero, al término de cada jornada, si el sufrimiento moral te daba tregua mostrabas al hombre desconocido que sonreía como un niño y dejaba asomar sus lágrimas sensibles colgado el uniforme de campaña. Te animaba en cada momento entrañable cuando en la soledad de Alondra 2 se mostraba el hombre de mundo en confidencia, acaso dándose a conocer más allá de la defensa personal que ejercías ante todos, sorprendido por tantas severidades después de entregarte sin límite toda una existencia de lucha contra brutales desmanes políticos, financieros y jurídicos. "No se preocupe, Usted ilumina el horizonte y habrá camino. La verdadera Justicia ha de brillar. El tiempo pondrá todo en su sitio y mostrará su inocencia tal y como yo la conozco pese al marasmo de lo aparente".
"Dios nos guarde de acomplejados; de seres erráticos y descompensados de emociones difíciles que se enfundan una toga para juzgar al prójimo. Más de un inocente será víctima de la miseria personal que disfraza la judicatura y habrá más deseo de creer en la justicia divina lejos de la indecencia de lo terreno". En esa Justicia imperativa que todo lo ve creías tú sin desmayo y dejándolo todo en manos de Dios. Cuanto más perjuicio provocó la falacia del discurso religioso que te llevó a la trampa de la expropiación, más te volcaste en depositar tu existencia en lo divino siendo considerado por tantos ignorantes un demonio. Mayor mérito a tus convicciones, tú nunca pudiste olvidar pero siempre perdonaste todo mal cuanto fuiste vilipendiado y expoliado por delincuentes con fama de honorabilidad y arrojado a las fauces de la indignación popular tan engañada.
Severidad y firmeza fueron la constante y en otras ocasiones la amistad y la confidencia. Con el trabajo extenuante frente a todo embate y dificultades, llegaba el día inopinado en que volvía a encontrar al amigo que comunicaba aquello que decía no haber dicho nunca y nos despedíamos cuajada la esperanza de que el duro trabajo y una vida plena de sacrificios tendrían compensación, siendo reconocido en ese escenario que la existencia te obligó a convertir en un circo para que nadie olvidara la delictiva expropiación de Rumasa siendo exculpado en 1997 de toda imputación.
¡Cómo te conocí realmente en los momentos de tregua!, aunque al día siguiente te manifestaras implacable en las formas y en el fondo, no obstante la vida nos unió para entregarnos sin reserva pública ni privada para erradicar el drama de los tenedores de pagarés. Seguí tus directrices, me delegaste poder de decisión y me confiaste el peso de las responsabilidades para representarte ante todos con la misma solidez que demandaban las extremas circunstancias de tus luchas históricas. Me enfrenté a todo por lealtad a la sapiencia de tus voluntades y la magnífica concepción que como padre has representado para todos tus hijos. Eras un héroe histórico que, aun atravesado por decenas de venablos, siempre sacaba fuerzas para decir que estabas en forma y dispuesto a seguir combatiendo... así dabas excusa a la saña de tus cobardes y envidiosos enemigos que justificaban en la mentira los ataques continuados. No había piedad contigo, ni la necesitabas. Pocos hablaron en treinta vergonzantes años a tu favor presos de cobardía e incomodidad, así que no era extraño que gruñieran las mismas alimañas que se callaron antes de que en 1997 te absolvieran de toda causa que propició la cobarde, ruin e ilegal expropiación de tu magnífica obra Rumasa, legalmente establecida y económicamente compensada creando casi 100.000 empleos directos en España y 300.000 indirectos. Las vergüenzas hipócritas e históricas de la reciente España eran de muchos, no de ti.
Trabajador férreo sin otra afición que dar lo mejor de ti para los demás, viviste con las mieles del triunfo por lo cosechado y la hiel de la traición por parte de muchos que se aprovecharon de tu infatigable tesón y genio empresarial como financiero. Un Ave Fenix irrepetible en la perseverancia contra las dificultades extremas. En este patio de recreo efímero, con infantes trampeados por el tiempo que ve crecer a los cretinos, tú fuiste más ingenuo y noble que las circunstancias en la que bregaste confiando en tus futuros enemigos, entonces casi hermanos de sangre, y de ahí te llegó la puñalada incisiva.
A contracorriente libraste una guerra con la taimada corrupción generalizada de un país donde muchos se enriquecieron, sin ninguna justificación legal, con tu Holding trabajado duramente con la inspiración de un ingenio único que los recelosos por envidia convirtieron en malas artes y ventajismo. Viste resentida tu salud por uno de esos misérrimos factores que te engrandecieron cuanto más te dañaron: la mentira sostenida para ocultar la verdad de la razón en tus legítimas denuncias. Al final pudo contigo terrenamente y aún te quedaba mucho por decir.
No voy a creer que de nada sirvió explicar, responder, sincerarse, argumentar con pruebas, aunque tu impulso fuera alentarse por el ímpetu de tu corazón compungido pero firme que se mostró deteriorado por la injusticia cometida contra ti. No se te perdonó tu pundonor, el calibre de tus resistencias y la eterna disposición a que se hiciera Justicia verdadera. Tu voluntad fue histórica y permanente, tu salud condicional.
Lloramos muchos tu marcha, quienes te conocimos más allá de la vil apariencia, pero no queda solo el recuerdo de la sombra que en aciagos días se cernieron sobre ti . En este capítulo te marchas pero una historia no termina cuando busca otros horizontes magnánimos su protagonista. Queda por ver la realidad de las siembras y el final de las contiendas frente a los embates del destino. Otros tomamos el testigo pidiendo a Dios que las semillas den fruto porque estos últimos años de tu vida peleaste como desde los primeros. Aún está por ver si conseguiste tu propósito para verlo allá donde estés, allí donde saben lo que aquí se oculta y saben bien quién eres.
En nuestro último abrazo apoyaste tu mejilla junto a la mía. Guardo esa caricia en mi alma hasta que nos encontremos de nuevo. En tanto aquí sigue la lucha aun variando las circunstancias que hoy te quieren en Paz y lejos del mundanal embate de las hipocresías sostenidas Hay que batallar porque se cumpla tu voluntad de pagar a los Inversores y aunque sea difícil, imposible, me llamen loco, payaso o me lleve las iras que acumulaste de quienes te creen el culpable de sus desdichas, aunque rabie el infierno digo que tus amigos procuraremos que sea así según lo ya sembrado.
Con el corazón en Gratitud por haberme dado la oportunidad de conocerte; agradecido por batallar con un héroe sin conocer y mejor padre, siempre tu amigo que te admira y quiere, como tú me llamabas, Nacho.
Tu propósito fue darlo todo después de que se restara la vida en múltiples aspectos: esa agonía del alma que tu cuerpo rezumaba, con el dolor silencioso que cargaste estos últimos años como una pesada cruz sabedor de que la fuerza vital te abandonaba por el estricto juez del tiempo en circunstancias desesperantes. Asumiste las consecuencias de una depresión absolutamente disimulada que no dejabas que te venciera firme y disciplinado ante la mesa del despacho, cuando no postrado de dolor en la cama, trabajando las posibilidades como reducto de esperanza para asumir el compromiso de pagar lo adeudado por una trampa que de bruces te encontraste en lo que pensabas tu retiro. Sé que tu espíritu no desfallecía aunque percibías con impotencia que la luz se apagaba en esa lucha contrarreloj que nos llevó por despachos de presidencias de bancos a buscar las soluciones; durante casi tres años extenuantes de asistir a las interminables reuniones, combatimos; me llamabas de madrugada y acudía sin horarios, sin fiestas de guardar ni domingos. Solo importaba pagar a los Inversores y no existía ni tiempo ni espacio que fuera a quedar desocupado si tu ingenio ya mermado lo requería. Pese al Parkinson y la desintegración de tu ser aplastado por la obligación moral para seguir exigiéndote esfuerzo, con el horror callado de asumir compromisos solemnes por ajenas responsabilidades cada día te levantabas adoctrinado en sacrificios... ya ves, ingrato destino, cuando ya pensabas haberlo dado todo para que otros tomaran tu testigo.
Vivimos demasiado en aquellos días de trinchera y batalla cotidianas, públicas y privadas como tu portavoz. Tal vez más duras las privadas que las públicas. A espaldas del mundo y frente a la adversidad de las falsas apariencias tú eras tan grande y yo tan inesperado que tu confianza me otorgó el privilegio de bucear contigo en la inmundicia de las mentiras silenciadas para batallar por una verdad reivindicada hasta la extenuación. Tú no parecías cansarte pero, cuando te arropábamos en el descanso del guerrero, veía el ser valiente que lo había sacrificado todo por nada y si era la voluntad de Dios, Amén. Desde el primer momento en que nos conocimos no dio tiempo a reflexionar sino a actuar. Así se nos unieron las vidas cuando me pediste, tú héroe, luchar contigo frente a todo. Solos, a ti ya ni te consideraban sino como simple anécdota de guerrero vencido con una historia que contar, siendo yo el acompañante de las horas perdidas.
Estoy seguro de que tu familia te quiso y te admiró pero también que la echaste en falta cuando más la necesitaste. Cargué felizmente con el privilegio de tu confianza para cubrir una inmensa soledad y pasé a ser blanco de odios y humillaciones tal cuál los recibiste tú durante toda una vida. No necesitaste de mí un relaciones públicas sino un sólido defensor que conocía las verdades que en este país se callan con hipócrita convicción de justicia. Bien lo supimos sin resignarnos, tan falsa. Como pude y apabullado frente a la indiferencia que tantos habían ejercido ante tus legítimas reivindicaciones, monté en esta montaña rusa de tu vida y supe del vértigo que padeciste con absoluta dignidad. Eras exigente e implacable pero, al término de cada jornada, si el sufrimiento moral te daba tregua mostrabas al hombre desconocido que sonreía como un niño y dejaba asomar sus lágrimas sensibles colgado el uniforme de campaña. Te animaba en cada momento entrañable cuando en la soledad de Alondra 2 se mostraba el hombre de mundo en confidencia, acaso dándose a conocer más allá de la defensa personal que ejercías ante todos, sorprendido por tantas severidades después de entregarte sin límite toda una existencia de lucha contra brutales desmanes políticos, financieros y jurídicos. "No se preocupe, Usted ilumina el horizonte y habrá camino. La verdadera Justicia ha de brillar. El tiempo pondrá todo en su sitio y mostrará su inocencia tal y como yo la conozco pese al marasmo de lo aparente".
"Dios nos guarde de acomplejados; de seres erráticos y descompensados de emociones difíciles que se enfundan una toga para juzgar al prójimo. Más de un inocente será víctima de la miseria personal que disfraza la judicatura y habrá más deseo de creer en la justicia divina lejos de la indecencia de lo terreno". En esa Justicia imperativa que todo lo ve creías tú sin desmayo y dejándolo todo en manos de Dios. Cuanto más perjuicio provocó la falacia del discurso religioso que te llevó a la trampa de la expropiación, más te volcaste en depositar tu existencia en lo divino siendo considerado por tantos ignorantes un demonio. Mayor mérito a tus convicciones, tú nunca pudiste olvidar pero siempre perdonaste todo mal cuanto fuiste vilipendiado y expoliado por delincuentes con fama de honorabilidad y arrojado a las fauces de la indignación popular tan engañada.
Severidad y firmeza fueron la constante y en otras ocasiones la amistad y la confidencia. Con el trabajo extenuante frente a todo embate y dificultades, llegaba el día inopinado en que volvía a encontrar al amigo que comunicaba aquello que decía no haber dicho nunca y nos despedíamos cuajada la esperanza de que el duro trabajo y una vida plena de sacrificios tendrían compensación, siendo reconocido en ese escenario que la existencia te obligó a convertir en un circo para que nadie olvidara la delictiva expropiación de Rumasa siendo exculpado en 1997 de toda imputación.
¡Cómo te conocí realmente en los momentos de tregua!, aunque al día siguiente te manifestaras implacable en las formas y en el fondo, no obstante la vida nos unió para entregarnos sin reserva pública ni privada para erradicar el drama de los tenedores de pagarés. Seguí tus directrices, me delegaste poder de decisión y me confiaste el peso de las responsabilidades para representarte ante todos con la misma solidez que demandaban las extremas circunstancias de tus luchas históricas. Me enfrenté a todo por lealtad a la sapiencia de tus voluntades y la magnífica concepción que como padre has representado para todos tus hijos. Eras un héroe histórico que, aun atravesado por decenas de venablos, siempre sacaba fuerzas para decir que estabas en forma y dispuesto a seguir combatiendo... así dabas excusa a la saña de tus cobardes y envidiosos enemigos que justificaban en la mentira los ataques continuados. No había piedad contigo, ni la necesitabas. Pocos hablaron en treinta vergonzantes años a tu favor presos de cobardía e incomodidad, así que no era extraño que gruñieran las mismas alimañas que se callaron antes de que en 1997 te absolvieran de toda causa que propició la cobarde, ruin e ilegal expropiación de tu magnífica obra Rumasa, legalmente establecida y económicamente compensada creando casi 100.000 empleos directos en España y 300.000 indirectos. Las vergüenzas hipócritas e históricas de la reciente España eran de muchos, no de ti.
Trabajador férreo sin otra afición que dar lo mejor de ti para los demás, viviste con las mieles del triunfo por lo cosechado y la hiel de la traición por parte de muchos que se aprovecharon de tu infatigable tesón y genio empresarial como financiero. Un Ave Fenix irrepetible en la perseverancia contra las dificultades extremas. En este patio de recreo efímero, con infantes trampeados por el tiempo que ve crecer a los cretinos, tú fuiste más ingenuo y noble que las circunstancias en la que bregaste confiando en tus futuros enemigos, entonces casi hermanos de sangre, y de ahí te llegó la puñalada incisiva.
A contracorriente libraste una guerra con la taimada corrupción generalizada de un país donde muchos se enriquecieron, sin ninguna justificación legal, con tu Holding trabajado duramente con la inspiración de un ingenio único que los recelosos por envidia convirtieron en malas artes y ventajismo. Viste resentida tu salud por uno de esos misérrimos factores que te engrandecieron cuanto más te dañaron: la mentira sostenida para ocultar la verdad de la razón en tus legítimas denuncias. Al final pudo contigo terrenamente y aún te quedaba mucho por decir.
No voy a creer que de nada sirvió explicar, responder, sincerarse, argumentar con pruebas, aunque tu impulso fuera alentarse por el ímpetu de tu corazón compungido pero firme que se mostró deteriorado por la injusticia cometida contra ti. No se te perdonó tu pundonor, el calibre de tus resistencias y la eterna disposición a que se hiciera Justicia verdadera. Tu voluntad fue histórica y permanente, tu salud condicional.
Lloramos muchos tu marcha, quienes te conocimos más allá de la vil apariencia, pero no queda solo el recuerdo de la sombra que en aciagos días se cernieron sobre ti . En este capítulo te marchas pero una historia no termina cuando busca otros horizontes magnánimos su protagonista. Queda por ver la realidad de las siembras y el final de las contiendas frente a los embates del destino. Otros tomamos el testigo pidiendo a Dios que las semillas den fruto porque estos últimos años de tu vida peleaste como desde los primeros. Aún está por ver si conseguiste tu propósito para verlo allá donde estés, allí donde saben lo que aquí se oculta y saben bien quién eres.
En nuestro último abrazo apoyaste tu mejilla junto a la mía. Guardo esa caricia en mi alma hasta que nos encontremos de nuevo. En tanto aquí sigue la lucha aun variando las circunstancias que hoy te quieren en Paz y lejos del mundanal embate de las hipocresías sostenidas Hay que batallar porque se cumpla tu voluntad de pagar a los Inversores y aunque sea difícil, imposible, me llamen loco, payaso o me lleve las iras que acumulaste de quienes te creen el culpable de sus desdichas, aunque rabie el infierno digo que tus amigos procuraremos que sea así según lo ya sembrado.
Con el corazón en Gratitud por haberme dado la oportunidad de conocerte; agradecido por batallar con un héroe sin conocer y mejor padre, siempre tu amigo que te admira y quiere, como tú me llamabas, Nacho.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)