No es extraño que una revista titulada La aventura de la
Historia, presuma de artículos escritos por catedráticos y expertos. Puede presumir de eso pero carece de rigor y credibilidad en algunas investigaciones. El
sectarismo de la mediocridad no se solapa con títulos que pueden ostentar
auténticos cretinos carentes de integridad moral y básica honestidad para
enjuiciar la Historia. Suelen ser observadores de medio pelo los que juzgan con
el prisma de la estulticia las obras históricas que ellos jamás podrán protagonizar.
Eso de sentar cátedra es muy digno de algunos ratones de
biblioteca con ínfulas de grandes depredadores, críticos severos que esconden
una vergonzante incapacidad para protagonizar la Historia que juzgan. Es el
caso de la idiocia del que ha puesto en el puesto 24 a D. José María como uno
de los 25 más corruptos de la Historia.
Yo pondría al observador histórico en el número uno de los gilipollas-según la RAE, alelado-. Habría que
averiguar qué clase de estrabismo moral le caracteriza para juzgar como le
viene en gana el brutal atropello del que fue víctima D. José María demostrándose, históricamente, que todo fue un vil
pretexto para expoliarle delictivamente su patrimonio.
El muy gilipuertas-oséase, gilipollas según la RAE- del observador, obvia la corrupción
jurídica, política, empresarial y financiera que se repartió billones de
ganancias en uno de los más sangrantes episodios de criminalidad encubierta acontecida
en España.
El miserable que vierte el vómito de su análisis, seguro que
es un insignificante acomplejado que no es capaz de valorar, sin la saña de la
envidia, la genialidad de gestión de un empresario y financiero sin parangón en
España por su capacidad de trabajo y entusiasmo en la creación de empleo y
riqueza en España.
Sucede que la ponzoña de los vulgares, el tufo del
sectarismo, la vergonzante capacidad de una nauseabunda manipulación tergiversando
la verdadera Historia, son las recurrentes ignorancias que majaderos de esta
índole manifiestan solapando la realidad de la expropiación delictiva de Rumasa,
con la exculpación de toda imputación del empresario en 1997. Así que ¿Dónde
está la corrupción para que un majadero, fingido entendido de la Historia que
se monta a costa de inventársela, juzgue al Sr. Ruiz-Mateos?
En España carece de credibilidad tanta gentuza con carné
político en el bolsillo y pagada de cretinismo sectario, con la moneda
deficiente de un valor personal y profesional ínfimo ante los méritos del
empresario y financiero.
Lo sucedido con Nueva Rumasa ya está bastante esclarecido
como para seguir tildando al empresario de estafador. Da igual todo, como dio
igual antes cuando delincuentes que politizaron la Justicia, engañaron a un
pueblo de catetos y envidiosos que todavía enarbolan las banderas de un partido
político que siempre ha llevado a la ruina a los españoles.
Seguro que el energúmeno que escribió el artículo se place en
sodomizarse con el mástil de las rojas
banderas con las que en 1983 aclamaban al ladrón que llegó a la presidencia
para robar el 10% del PIB., perteneciendo EL 2% A Rumasa.
¿Qué sucedería si D. José María lograra pagar a sus
Inversores y solventara la situación actual? ¿Qué excusa tendrían estos
miserables para seguir engañando, al tergiversar la verdadera Historia de España
cuyas corruptelas han escrito los delincuentes que salieron de rositas después
del saqueo de Rumasa? Siempre regurgitarían la mentira para seguir fingiendo ser
entendidos cuando solo son manipuladores.
Seguro que el majadero que puso en el 24 puesto al Sr.
Ruiz-Mateos, encontraría mil y una excusas para reescribir como le viniera en
gana la Historia. No se puede esperar más de un estúpido analista que debe de
tener resentido el culo-con perdón- del esfuerzo pensante que le llevó a
escribir el artículo. Lo dicho, otro de los muchos majaderos. Procuraremos que enmudezcan resolviendo la problemática actual.
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