Sin menoscabo del intenso trabajo realizado para buscar
soluciones y pagar a los Inversores de Nueva Rumasa y proveedores, objetivo por
el que hemos dedicado sin descansos este año y medio y que está a punto de
anunciarse, me decido a contar la verdad de todo lo sucedido con la destrucción
diabólica, infame y terrorífica del gigantesco Holding Rumasa que daba trabajo
a más de 100.000 personas.
Hoy día de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Jerez, escribo
estas líneas como homenaje a la Justicia que no fue y que sigo buscando con
todo derecho moral.
Rindo tributo de gratitud profunda, amor inmenso y
reconocimiento de la Obra más grandiosa que he conocido por un Santo
maravilloso y español que entregó su vida a Dios por los demás, de forma
extremadamente bondadosa y caritativa, a Monseñor Escrivá de Balaguer.
De igual manera destaco con toda la fuerza de mi alma, el
matrimonio de mi padre Zoilo con su santa mujer, Encarnación.
Sin presumir ni alardear de nada, estoy obligado a reconocer
que ambos me enseñaron a amar al prójimo y a ello dediqué mi vida entera al
servicio de los españoles necesitados de empleo en la época más triste y penosa
que vivió nuestra entrañable España.
Sin presumir de nada, justo es valorar mi capacidad de
esfuerzo y sacrificio en el trabajo, me dediqué de lleno a la creación y
mantenimiento de los puestos de trabajo llegando a reunir más de 700 empresas, con
múltiples actividades, además de 23 bancos.
Un día de modo inusitado y con pretextos injustificables, con
la acción más salvaje practicada sin escrúpulos, el Banco Popular actuó
traicioneramente con la mano ejecutora del felipismo recién llegado al
Gobierno, destruyendo un Grupo honradamente levantado y sostenido, provocando
un caos cuyas consecuencias permanecen trágicamente después de 30 años de reivindicación,
con la obligación de pagar a todos los depositarios de caudales privados
atraídos por el desarrollo sensacional que inspiraba la seguridad de sus
depósitos en nuestra Organización.
Desde entonces hasta ahora, he estado plenamente entregado
para convencer a las autoridades pertinentes y denunciar a los autores de la
barbarie. Asimismo, posibilité la persecución de la corrupción del PSOE,
beneficiado del golpe junto a los políticos enriquecidos con la
expropiación.
Por consiguiente, mientras Dios me dé vida, no pararé hasta
que consiga la devolución de los capitales prestados, para tantas personas de
buena fe y rectitud de intención que depositaron su confianza en mí.
También quiero Justicia histórica, para ello cuento con
evidencias, pruebas y testimonios de cuanto manifiesto. Cumpliré todas las
obligaciones, ya pronto, y me ofrezco voluntario para ingresar en prisión aún
respondiendo por todas estas obligaciones. El único modo de reivindicar inocencia en un país de tantas injusticias.
Con la ayuda de Dios y de la Madre Santísima, hoy día de
Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Jerez, a la que me debo por entero a
los inicios de mi profesión y cuyos paisanos gozan de mi mayor consideración y
cariño, cumpliré con quienes eso esperan de mí.
Cuento con métodos y sistemas viables y factibles para el
desarrollo de cuanto se expone en beneficio de los interesados, esperando muy
pronto demostrar el sentido del HONOR y la DIGNIDAD que siempre he procurado a
pesar de las adversidades ajenas de mi voluntad
y de mis actos.
José
María Ruiz-Mateos