jueves, 25 de julio de 2013

Se nos descarrila la vida, veloz y pesada


http://www.reeditor.com/columna/10375/26/ciudadania/se/nos/descarrila/vida/veloz/pesada

  España está chocada, atónita y acongojada, abrumada con este esplín solidario inherente a nuestra generosidad patria, para compartir un sufrimiento que nos une en los momentos trágicos. El accidente del Alvia en Santiago de Compostela  nos ha enmudecido la protesta de los trajines diarios.

  No solo nos servimos de las rencillas para apuntalar nuestras tendencias de luchas fratricidas, también en los momentos difíciles nos entregamos sin reservas ante el dolor multitudinario de quienes  se sumergen en una pesadilla donde la vida ya no es vida. España es un espacio de contrastes que nos sorprende de nuevo,  cuando creíamos que ya conocíamos hasta el último rincón de nuestras fortalezas y debilidades.

   Algunos no han titubeado en aprovechar la ocasión para manipular el momento y convertir un terrible drama en una oportunidad para la demagogia. A decir verdad algunos siguen usando lo trágico para apuntalar la tendencia al parasitismo y la mezquindad al servicio de espurios sectarismos. Afortunadamente son los menos y quedan en evidencia, ya reconocidos los ardides de ese parasitismo incondicional. Siquiera una tragedia los descabalga del propósito de la continuidad. Solo se importan ellos. A diferencia de las largas colas de humanidad que fueron a donar su sangre, esas minorías no temen derramarla siempre que no sea la suya… ni en transfusiones. No hay tregua para los que conspiran pendientes de sus ambiciones rastreras, como tampoco hay descanso para los nobles e íntegros ciudadanos que sufren cómo otros se van.
 

  Este patio de locos nos ha acostumbrado a parecer cuerdos. El progreso es así de engañoso. La existencia posee un ritmo que no permite estancamiento. De inmediato hay que investigar para esclarecer esta hecatombe y prevenir futuros daños.

   La velocidad ha sido determinante para que actuaran unas leyes físicas implacables, pero en esta ocasión se ha aunado a otro factor que estriba en la composición de los trenes.  Unos vagones generadores, cuyo peso excedía en demasía el resto del convoy, que permitían impulsar las cabezas tractoras de cola y delantera cuando no circulaba por vías electrificadas, fueron los que propiciaron el descarrilamiento al ser impulsados por una inercia que descompuso posteriormente el paso de los otros vagones.

   Velocidad y peso fueron los factores determinantes para que 78 personas hayan desaparecido en cuestión de segundos;  para que decenas de heridos  y cientos de familiares y amigos se hayan sumergido en la imposible pesadilla que ahora han de superar, mientras la vida continúa implacable y sin rendición.

   Raudo es este mundo que apenas da tiempo a asimilar sus grandes dramas y pesada la carga, excesiva, con que se aplasta el alma de quienes todavía están obligados a seguir caminando.

   Acaso descarrila la vida por ir demasiado deprisa y aguantar pesos imposibles. Velocidad y peso, fueron factores confabulados para abocarnos a una tragedia inesperada.  Vidas las nuestras demasiado veloces y pesadas, como esos  factores que cuando confluyen advertimos lo efímero de nuestras ambiciones, lo inútil de nuestras contiendas, recordando en humildad que somos tan frágiles como este soplo de vida que se nos ha escapado a todos, doliéndonos de este sufrimiento de nuestros semejantes desconocidos… tan iguales, en realidad, a nosotros mismos.

  Descansen en paz los que partieron hacia el infinito y pronta recuperación para los heridos. Consuelo, todo, para los familiares y seres queridos a los que la existencia les ha frenado de golpe las emociones vivas. Hoy hemos muerto, otra vez, un poco todos nosotros.

  Esta vida, Dios, tan veloz, efímera y pesada.

jueves, 11 de julio de 2013

Esperanza Aguirre y José María Ruiz-Mateos




 Si algo común ha caracterizado la obra profesional  y la propia virtud personal de José María Ruiz-Mateos, ha sido la capacidad intuitiva para captar la naturaleza moral y la idiosincrasia de las personas con las que ha tratado durante su intensa y extensa vida.

    
    Esperanza Aguirre no pasó inadvertida por la excelente singularidad, en valía personal, avalada  por una integridad, tan escasa en la mundología política, que ya reseñaba el empresario en carta personal  después de entrevistarse con ella durante una comida familiar.

   
    Luego llegó el golpe bajo del cierre del grifo crediticio y tras una travesía por el desierto de las insidias provocadas, una vez más, contra él, D. José María cumplirá su compromiso, como siempre hizo pese a las muchas adversidades que otros le crearon.

  
    José María Ruiz-Mateos solventará la crisis que otros causaron contra su vida y la de los Inversores. Esperanza Aguirre podría ser una eficaz Presidenta capacitada para solventar los problemas de los ciudadanos hartos de corrupción, despilfarro y acoso impositivo.


    A continuación se trascriben sendas cartas en las que el empresario ratifica sus certeras impresiones sobre la capacidad de regeneración institucional de Esperanza Aguirre como Presidenta del Gobierno.
  
                                                                
                                                                     Madrid, 27 de Septiembre de 2012



Excma. Sra. Dña. Esperanza Aguirre

PRESIDENTA DEL P.P. DE MADRID

C/ Génova, 13.

28004 MADRID


Mi  querida Esperanza:

   Hace años que me di cuenta de tu inmensa valía personal.

   Te envío copia del resumen.

   Habrás visto que somos muchos los admiradores y entusiastas de la grandeza de tu alma y de tu corazón.


   Finalmente, te diré que antes de abandonar la Política, por el bien de España deberías de pasar por la Presidencia del Gobierno.

   El abrazo más grande y fraternal.





                                                                                              

                                                                                   Madrid, 11 de Enero de 2005



Excma. Sra. Dña. Esperanza Aguirre

Presidenta de la Comunidad de Madrid



        Querida Presidenta:

       Solo unas líneas de gratitud profunda por la deferencia  que has tenido con nosotros de compartir un almuerzo que resultó fascinante y del que quedamos todos  anonadados de tu enorme personalidad.

    
     A pesar del corto espacio de tiempo que estuviste con nosotros hablando de mil cosas distintas, tras tu marcha quedamos todos, por espacio de al menos una hora, refiriéndonos a las grandes cualidades, dones y virtudes de las que Dios te ha dotado.

    
    Sin ánimo de hablar sólo de lo bueno, en mi larga vida  he conocido a muchas personas de lo más variopintas  y diferentes. Créeme que saqué una opinión de ti fuera de lo común, hasta el punto que creo que la mejor propaganda política que puedo hacer para ti misma, es mostrarte al pueblo en directo tal y como eres.

    
    ¡Elegante, fascinante, simpática, ocurrente, súper inteligente, espontánea, irónica con chispa, sencilla, respetuosa con los demás  y con un enorme sentido del humor! En definitiva, todos los componentes habidos y por haber para conseguir en el mundo político el puesto que te propongas, pues da gusto colaborar para el logro de tus honrados fines en beneficio del pueblo.

    
    Eres un lujo no solo para el PP sino para los intereses de España en su conjunto, desde cualquier sigla o partido político que existiera.

  
    ¡Cuánto señorío, distinción, saber estar, seguridad en los planteamientos, conceptos e ideas y una humanidad comparable con tu honradez acrisolada!

   
    Termino con la manida pero elocuente frase: “Si una mujer como Esperanza Aguirre no existiera, habría que inventarla”.

  
    España y Europa están de enhorabuena contigo. Que Dios te proteja para el bien de tus compatriotas.

  
     Con el entusiasmo y la admiración de toda mi numerosa familia, te saluda cordial y efusivamente.

    Tu amigo



                                                                                  José María Ruiz-Mateos





lunes, 1 de julio de 2013

La crucial perseverancia hacia la meta




DETRÁS DE UN EMPEÑO, DE UN ESFUERZO Y DE UN SACRIFICIO, POR MUY DURO QUE SEA EL CAMINO, SIEMPRE ESTÁ LA META HACIA LA QUE IMPULSA LA VOLUNTAD DE CONSEGUIR UN PROPÓSITO.

DONDE UNOS ABANDONAN, OTROS PERMANECEN CON TESÓN, CONSCIENTES DE LA IMPORTANCIA DE LA CONSTANCIA EN LA PRÁCTICA DEL RESULTADO. 

CUANTO MÁS DIFÍCIL ES ESE PROPÓSITO, MÁS SE VISLUMBRA LA RECTA FINAL POR EL EMPUJE DE LA PERSEVERANCIA PARA ALCANZAR LA VICTORIA.