Durante todo este tiempo de densas experiencias he sido testigo del trabajo denodado que ha desarrollado D. José María para responder por la confianza que depositaron en él los Inversores. A su lado he vivido momentos dramáticos y otros humorísticos, distendidos, de trabajo incansable y hasta emocionados.
Es de Justicia que se vayan destapando las muchas irregularidades sucedidas a espaldas del empresario y una recogida de siembras que, en el caso de de D. José María, ha sido de nobleza e integridad no exenta de muy brutales sacrificios padecidos durante toda su vida. El espacio que cada uno ha de ocupar , está elegido por el destino de la recogida de las siembras. La cosecha de D. José María ha de ser su verdad de honradez y entrega.
Cada persona de este escenario posee un rol que parece escrito de antemano, en un guión que todavía deberá de cumplirse en pos del buen nombre y la identidad paradigmática del empresario y la respuesta ante las demandas siempre escuchadas de los Inversores.
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