sábado, 1 de marzo de 2014

Todo está bien: Se conseguirá pagar



Debido a la ingente cantidad de correos que no puedo abarcar por carecer de ayuda en la oficina de prensa y ser la única persona que procura mantener contacto personal con los Inversores, motu proprio, por elección de mi conciencia humanitaria y volcado en buscar soluciones junto a D. José María, al margen de todo conflicto de intereses y con el único afán de que se pueda anunciar el fin de esta pesadilla en la que están inmersas miles de dignas gentes, escribo en esta ocasión-consciente en permanencia vital de la horrible desesperación latente- para comunicar el estado de los responsables y profesionales trabajos, del más alto nivel, desarrollados durante este tiempo.

Nada es lo que parece. En la confusión todo se desvirtúa y más cuando el empeño de la intención nos propicia la sospecha sin saber realmente lo sucedido. Nunca me importaron los problemas pues ya se habían producido cuando aparecí y comprobé que a nada conduce emborronar el presente con el pasado. Así no hay futuro que valga. 

Es por ello que siempre abogué por la salida del laberinto, trabajando con D. José María, mirando hacia el horizonte práctico de las soluciones.

Reivindicar una Justicia histórica- un añadido que no me esperaba uniéndome a D. José María en su  Derecho real por la verdadera Justicia- no es óbice para trabajar y dirigir los pasos a conseguir el pago de los Inversores. No es una disyuntiva en absoluto, sino una labor complementaria que no depende la una de la otra.

Para poder dar a entender cuál es el estado de la situación al día de hoy, me van a permitir un símil:

Cuando se produce un terremoto existe una reacción inmediata que busca paliar los daños con un rescate inminente para socorrer a las víctimas. Es fácil de entender observando cómo la banca fue declarada zona catastrófica, para ser rescatada de inmediato con toda clase de viáticos y pertrechados los damnificados con provisiones sin fin y así erradicar el mal de la convulsión.

Un rescate en toda regla por parte de un sistema arbitrario y que tiene la tendencia a arruinar a los muchos para salvar a una favorecida minoría, de por sí ya muy poderosa y siempre atiborrada de prebendas.

Sin embargo en el caso de lo sucedido con el terremoto de las Pymes y gran empresa, nadie ha querido reconocer la zona catastrófica- ni la política, ni la Justicia, ni la banca- culpabilizando a la víctimas de sus propias desgracias. La realidad es que el terremoto fue provocado contra las empresas y los Trabajadores y además hubo un interés especulativo y traicionero de fijar el epicentro en Nueva Rumasa, como si no existiera nadie más en esta hecatombe generalizada, causada por una casta política que siempre se va de rositas después de ocasionar todo tipo de estropicios en España.

Sucedió con Felipe González y la delictiva expropiación de Rumasa. Zapatero fue culpable del hundimiento económico y nunca pagó por inexcusables maldades como desperdiciar nuestras reservas de oro o, verbigracia, regalar 500 millones de euros para construir un metro en Saigón. 500 millones desperdiciados que hoy son negados a los Inversores aun existiendo 1.500 millones de euros embargados en los juzgados; valores en propiedades privadas, congelados por una justicia pasmada e inhumanamente burocratizada.

 Mal dirigidos están los dedos acusadores cuando la verdadera causa resulta ser la perenne ralea de criminales que, escondidos tras los atriles políticos y la sectarización de la Justicia, inoculan su ponzoña y se van como si jamás hubiera sucedido nada. 

Así pues, sin declaración de zona catastrófica que valga, abandonadas miles de personas junto a D. José María al albur de un infortunio provocado, fue cuando nos encontramos y el gran empresario me propuso, personalmente, acompañarle en una batalla por conseguir encontrar solución al gran drama de los Inversores. 

Él sólo necesitaba lealtad para dirigirnos a una misión que muchos calificaron de imposible. No lo vi así tratándose de José María Ruiz-Mateos, quien sólo en obras benéficas durante su existencia ha donado miles de millones de euros con recta conciencia y estricto sentido del derecho a la Justicia, la verdadera.

Ya que la Banca fue prioritaria recompensada por sus malas gestiones, nosotros nos vimos obligados a gestionar y negociar en un mundo aparte, ignorados por el Gobierno, por la Justicia empeñada en embargar y abarcar causas sin resolver ni uno solo de los problemas acuciantes; a contracorriente de los medios de comunicación empeñados en puntualizar la problemática, sin aportar un mínimo apoyo en la nada mórbida responsabilidad social de tranquilizar ánimos e interesarse por las posibilidades constructivas de las soluciones.Silenciados, ninguneados, trampeados perpetuamente, tal y como fue tratado el Sr. Ruiz-Mateos durante tres décadas en la inicua pretensión de ahogar sus legítimas e históricas denuncias de la corrupción estatal.

Para más Inri, los conflictos de codicias dispares en torno a la tragedia, crearon aún más adversidades y obstaculizaciones que se han ido salvando con tremendo sacrificio de diario y tensiones añadidas que convirtieron en un calvario la mayor parte del camino.

A todo ello, el tremendo trabajo por hacernos con el avión y proveerlo de víveres, para acudir al rescate de una zona catastrófica no declarada, con mezquindad,  oficialmente; pedir permisos de despegue, arreglar los desperfectos de los que dañaron la nave para que no despegara, levantar el vuelo con todo en contra y la perspectiva de inclemencias del tiempo que podría derribarnos en pleno vuelo; abortar y subsanar sabotajes para que no llegáramos a destino, librar tremendas batallas con quienes convertían el precio del combustible en algo prohibitivo con el afán de lucrarse aprovechando el sentido de urgencia por acudir al rescate de miles de personas... Nadie se imagina cuánto ha sido el desgaste en esta guerra abierta contra todo mal.

Después de negociaciones sin fin, lograr fletar el avión de rescate con todas las provisiones, volar sin que se nos caiga la nave y pagando todo sacrificio impuesto en tan ardua misión... todavía hemos de ver cómo, llegados a destino, hay quien obstaculiza el campo de aterrizaje para evitar que podamos posarnos con el fruto de nuestros esfuerzos para proveer a miles de personas que esperan ser rescatadas.

Poco me imaginaba la gran batalla que me esperaba junto al genial empresario pero, aún con todo lo sufrido este tiempo, no me apeo del empeño de conseguir lo propuesto a su lado.

El avión ha vencido grandísimas dificultades: antes de haber despegado, durante el periplo hacia el objetivo  y en zona de punto de destino. Afortunadamente han aparecido valiosísimos aliados durante esta misión de rescate y poderosas influencias que nos permiten decir que ya no estamos solos y poseemos las garantías para despejar esta pista de aterrizaje que plagaron de piedras y barreras para evitar llegar a buen destino o que nos estrelláramos a punto de conseguirlo. No estamos solos, nos acompañan personas emblemáticas y de gran importancia para culminar esta hazaña. 

Sólo quienes nos han acompañado durante este tiempo, en el mismo avión de las sanas intenciones, altruistas y humanitarias a ultranza, saben de las brutales dificultades que hemos tenido que afrontar. No sólo consistía en fletar un vuelo a una zona catastrófica no declarada, sino que además hemos tenido que bregar con todo tipo de impedimentos originados por la maldad y la codicia parasitaria de cuantos se arriman a las tragedias ajenas para sacar rédito del oportunismo propio.

Con todo, asidos firmemente los mandos del avión, podemos afirmar con aliados magníficos ya, que conseguiremos tomar tierra. 

Es entonces-provistos todos de los víveres que salvan- cuando podré explicar los pormenores de este itinerario del infierno con el que hemos librado sacrificadamente y sin descanso para que D. José María cumpla su solemne compromiso de pagar, con mi voluntad personal de que esta sociedad engañada conozca de verdad a un hombre excepcional que las trampas pergeñadas contra él constantemente han impedido reconocer en su verdadera y sencilla dimensión.

Aterrizaremos pese a los sabotajes, inclemencias, peligros e indiferencia por el dolor del prójimo. Lo alcanzaremos aun con tantas dificultades, a poco que Dios quiera premiar tanta capacidad de sacrificio y buen hacer en la mejor intención por conseguir el alivio a tantas personas por las que nos entregamos día a día. 

Llegamos a destino y la pista se está despejando. Posaremos el tren de aterrizaje por una esperanza larga e intensamente luchada contra todo impedimento.

Son muchos los factores de los que hemos dependido, pero unificados en un mismo objetivo todo se puede lograr. Lo conseguiremos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo ignacio,
De nuevo con tus palabras, conseguimos dar una bocanada de aire en esta carrera de fondo que nos ha tocado correr.
Esperemos que José María y tu consigáis aterrizar este avión que tanto esperamos, y dios nos ayude a conseguir que se aparten todos los obstáculos humanos que están retrasando este aterrizaje.
De nuevo nuestros más sincero agradecimiento por tu esfuerzo, tenacidad y constancia en este largo camino que gracias a dios decidiste recorrer junto a José María.
Podamos le a dios que os de la fuerza suficiente a ti y a José María para poder culminar ese trabajo y así acabar con este terrible drama que estamos viviendo.

Un fuerte abrazó ignacio.

Jm

Anónimo dijo...

Dios te oiga Ignacio y acabe pronto este sin vivir. No sabes lo mucho que valoro toda la informacion que nos mandas al menos vemos una esperanza que hasta el dia de hoy nadie nos da.
Gracias tambien por el esfuerzo que haces por todos los que aun creemos en esa esperanza

Unknown dijo...

Estimado amigo Ignacio,soy julio y se de todas las dificultades que habéis pasado y pasareis D.Jose Maria y tú por esta canalla política y corrupción judicial que gracias a a vuestra tenacidad y buen hacer lo conseguiréis , ya que yo he visto el gran esfuerzo realizado por vosotros y en especial por ti, ya que lo has hecho sin llevarte un duro por lo que tienes mi apoyo incondicional.
Ruego a algunos inversores que comprendo que esten nerviosos, que en vez de amenazar a Ignacio unan sus esfuerzos a los nuestros, ya que Ignacio es de laS pocas personas integras que quedan en el pais.
Animo Nacho y un fuerte abrazo.

JOSE A. dijo...

Buenas noches Ignacio, he estado esperando a ver los comentarios que surgían después de ésta noticia última, cuando anteriormente parecía haber un desencanto enorme por no tener el pájaro en la mano.- Todos deseamos lo mismo desde que iniciastes ésta dificilísima travesía, pero sabemos del gran esfuerzo y desgaste que has sufrido junto a D. José Mª, para que pueda llevar a cabo su compromiso solemne, asunto nada fácil, pero que yo personalmente jamás dudé que podría ser posible por la fuerza y credibilidad que siempre has transmitido.- Nunca has titubeado, a pesar de las zancadillas, luchando en varios frentes a la vez y eso lo sabemos todos los que hemos recibido información y hemos estado pendientes de tu constante hacer.- TODO SUCEDERA CUANDO DEBA SER, aunque es cierto que todos estamos ansiosos por respirar y celebrarlo, sin olvidarnos nunca de DIOS que te ha puesto en el camino de nuestras vidas para ser su Angel ejecutor.- Si Dios quiere, que seguro va a querer, nos veremos pronto.- Un fuerte abrazo.-