miércoles, 13 de marzo de 2013

¿En qué país repulsivo han convertido, definitivamente, esta España nuestra?


http://www.telecinco.es/elprogramadeanarosa/secciones/testimonios/isabel-veniamos-a-que-escucharan-a-los-ninos-y-se-los-han-llevado_0_1570800206.html
   
   Isabel Monrós, una madre de Moncada, asiste desesperada a la pesadilla de una inhumana justicia que le puede separar  de sus hijos trasladados a Mexico, sin que exista ninguna garantía jurídica de poder volverlos a ver.

   Un juez le quita a una madre los hijos que tenía en custodia... ¿Cuánto cobra un indeseable por cometer semejante atrocidad?         
   ¿Unos niños entregados a un maltratador con influencias? La ley se compra con la indecencia.

Estamos locos, somos idos sin entrañas. Puro surrealismo lo que la injusticia implica en un país que parece ganarse a pulso las tragedias por la clase política, financiera y judicial que destrozan la vida de sus ciudadanos. Avisados estábamos cuando se permitió el saqueo de un patrimonio legal y la posterior indefensión. La canallesca expropiación de Rumasa fue la piedra angular del despotismo con que ahora desintegran la vida de los ciudadanos.

   Advertidos éramos cuando dejamos que masacrasen a bombazos a 192 personas y seguimos mirando a otro lado como si nada sucediera, dejando que los autores intelectuales engañaran desde los atriles, escondidos a la luz pública. Somos de usar y tirar, manipulados, explotados, subyugados y se aseguran de que pensemos que aún vivimos en libertad. Una mierda.

    Antes la Justicia estaba para proteger y ahora hay jueces que se han convertido en enemigos públicos amparados por la Ley. Un país de inmundicias políticas, financieras y judiciales que han convertido a cualquier ciudadano íntegro durante treinta años, en sospechoso y proclive a cometer distraidamente un crimen, con el recorte nauseabundo de libertades que ni siquiera se dio en tiempos franquistas.

    Da asco tanta piltrafa con apariencia honorable. Repugnante esta sociedad que permite tan terribles crímenes con las Fuerzas del Orden-comprendo que cumplen con un deber que convierte la sociedad en miserable, no a ellos-, actuando como viles matones separando unos hijos de su madre natural. Acaso rumien después en conciencia el acto execrable. Todo un conflicto visceral de vomitivas consecuencias en el que los débiles son atropellados, en tanto los responsables de estas brutalidades que nos definen como bestias sin entrañas, viven a costa del delito impune o supervisan nubes.

   Existen grandes jueces en España, otros son misérrimas representaciones de una retorcida concepción de incoherente dictado judicial. Nuestras Fuerzas del Orden son excepcionales pero son usadas por gentuzas sin escrúpulos desde los despachos políticos.

   Esta es la sociedad que un día reventará ante tamañas crueldades y estallará ante la cara de los que las provocaron. Al estilo de Islandia o al estilo español, por naturaleza más furioso. Pura vergüenza ajena ante togados inhumanos y defensores de la Ley actuando como represores de conductas humanamente loables.

Da asco esta España nuestra y no hay piedad con las víctimas. No debería haberla para los verdugos.

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