jueves, 20 de septiembre de 2012

Crítica y necedad, se haga lo que se haga



Siempre lo diré respecto de D. José María: está dotado del don del ingenio, el muy extraño don que despierta el recelo de los innobles, los envidiosos e ignorantes. La Humanidad avanza gracias a los genios aunque estos libren una batalla con el tiempo que les toca vivir a merced de fariseos de toda índole y cerriles enemigos que no perdonan la singularidad, aunque sí se aprovechan hasta arrancar los despojos de las víctimas.
Sucede que con el empresario no se han encontrado facilidades en la indefensión, sino que siempre se ha defendido honradamente frente a los embates de auténticos demonios de la manipulación en cuantos frentes se han habilitado para anatemizar al empresario. Había que contar con ello.

En una visita a Roma, Escrivá de Balaguer le avisó: "esas abejitas que están por todos lados"... justo el mismo mensaje que su abuela le comunicaba: "no pongas tantas abejitas que la gente es muy envidiosa".

Ciertamente que alguna gente es muy envidiosa, es recelosa en cuanto ven a alguien que escapa del pelotón de la mediocridad y vuela hacia destinos inalcanzables para los que en carrera serían capaces de las peores trampas con tal de ganar. Sucede con esos entendidos de Economía, con masters y demás monsergas que en la práctica no les bastan para generar riqueza. Observan con recelo a los que se les otorga el don de multiplicar riqueza, mientras ellos se quedan rumiando sus incapacidades y carencias en despachos de consulta donde sermonean sin demostrar nada.

Qué decir entonces de los que, sin poseer ninguna preparación mínimamente cultural,  sentencian inapelablemente que Ruiz-Mateos es un estafador y toda su colosal obra empresarial un engaño. No crean que solo los catetos se pronuncian de ese modo, hay también periodistas que juzgan toda una obra empresarial y financiera pretendiendo desintegrar décadas de impecable factura empresarial. A esos es menos perdonable que no quieran acordarse de la delictiva expropiación de Rumasa, de la absolución de todo cargo contra el empresario en 1996 y de una obra de 40 años con antecedentes pulcros y sin ninguna irregularidad 20 años antes de la canallada expropiadora y 20 años antes de la quiebra técnica de Nueva Rumasa, de cuyos factores reales tantos desconocen como pretenden ignorar.

D. José María no para de trabajar en el empeño de responder por los inversores. No puede perdonarse la actitud de compromiso. Nada vale para algunos, solo cuenta lo que quieren creer. Los comparsas de la crítica feroz están agazapados como esa envidia preponderante en una España de mediocres que no acepta el ingenio de lo ajeno. Así pues, no debe de extrañar que la berrea conjunta se rasgue las vestiduras ante cualquier movimiento de trabajo que busque solucionar el drama de los inversores.

Solo hay que leer los tweets y comentarios por la Red para saber de qué percal de incapacidad, ignorancia y actitudes mediocres está hecha esta España del olvido a conveniencia y de la envidia intemporal, pasada de generación en generación como lacra genética de un país que se ha destruido a sí mismo gracias a algunos de los ciudadanos insanos que lo integran, proclives a la demagogia, al trampeamiento de la realidad, al egoismo visceral y a la patraña de lo solidario donde se desea el mal del prójimo haga lo que haga.

Lo cierto es que en un país de esta factura tan incorregiblemente vulgar, un genio como D. José María hace de sus críticos la evidencia de que no hay enemigo de su talla personal y profesional. De ahí que siempre sus adversarios le hayan procurado los males a escondidas, tirando duras piedras y escondiendo ladronas manos, y le expongan a las iras de los mediocres, de los incapaces, de los menguados de inteligencia y expansivos en necedad.

Gran verdad es que hiciera lo que hiciera siempre se dejarían oir los improperios de una genética innoble que en España abunda. Vaya de ejemplo este tweet en la Red, para advertir qué clase de inteligencia y zafiedad rige los cerebros de la inutilidad:

elEconomista
19/09/2012 -

Es inconcebible que el polémico empresario jerezano anuncie un pacto para recuperar la sociedad Nueva Rumasa, cuando lo primero que tiene que hacer es devolver el dinero a las miles de víctimas a las que ha estafado.
 

Inconcebible es esa mente ladrona subyacente que hace que este lúcido crítico piense que D. José María recupera sus empresas para lucrarse él mismo. Esto demuestra dos cuestiones:

1- La gente que tanto critica no es aficionada a la lectura, lo que justifica tan versadas reflexiones de este elemento que aun no se ha enterado de que dicha devolución se realiza con el único objetivo de responder por los Inversores.

2- Es inconcebible que con este nivel de destreza pensante, este señor opine sobre temas tan serios y hasta tenga derecho a voto para elegir los destinos del país. Multipliquen elementos parecidos y dará como resultado la destrucción de España.

Pese a tantos sabios reunidos, de palabra hueca, en esta España de charanga, pandereta, corruptos e inútiles diversos, se seguirá trabajando en busca de soluciones para erradicar un drama con el que está comprometido D. José María día a día en responder por todos sus Inversores.

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