jueves, 6 de septiembre de 2012

82% de razones y descarada censura para seguir luchando contra la injusticia



Transcurrido un tiempo de intensa actividad desde aquella primera reunión con Begoña Ruiz-Mateos y Antonio Biondini que me llevó a vincularme con D. José María, soy muy consciente de la ardua labor que me propuse en defensa de la dignidad de un hombre absolutamente desconocido por la opinión pública cuya imagen estriba en las problemáticas que le han generado ajenas de su voluntad.

La gente asocia el escenario del esperpento que tuvo que transmitir para llamar la atención contra una injusticia que supuso la delictiva expropiación de Rumasa, con una obra empresarial y financiera de 40 años seria, cumplidora y excepcionalmente irrepetible en la Historia de España.

El día que acudí a El Gran Debate de Tele 5, presentado por Jordi González, denuncié expresamente el conchabamiento de todo un Sistema para expoliar y dejar en indefensión a un empresario y financiero genial. Puntualicé que aparentes hombres honorables de la judicatura, la empresa, la finanza y la política se habían beneficiado del saqueo y que muy seguramente aquellos fueron los que 30 años después nos llevaron a la ruina a todos los españoles.

La realidad es así y tanto fue el escándalo que suponía decirlo en televisión y en directo que de manera drástica, completamente inopinada para millones de espectadores, se cambió de tema y finalizó el debate sin siquiera despedida o anuncio de cambio de tercio.

Ser defensor, con conocimiento de causa que avala mi empeño, de un hombre tan denostado por la gente equívoca que se deja llevar de apariencias concertadas desde las sombras por sus enemigos, deriva en el conocimiento de lo encumbrado en medios de comunicación; de la hipocresía visceral que subyace disfrazada de atractivos eslóganes que realmente están realizados para aletargar a la población y obligar las tendencias constructivas o destructivas a favor de la corrupción o en contra de la dignidad de lo honrado. Mucho es pura manipulación. Seguro que habrá gente honesta en este totum revolutum de intereses dispares y valga la pena intentar encontrar objetividad sin previas corruptelas.

En el programa de Jordi González se mostró una encuesta como termómetro de la opinión del público frente a las últimas circunstancias, tan intensas como demoledoras, que hemos vivido al lado de D. José María. Un abrumador 82% decía que el empresario se había reído de la Justicia. Es una prueba de cuan equívoca es la apariencia frente a la realidad que no está investida sino de espontáneas reacciones a tenor de lo circunstancial y que nos vimos obligados a afrontar.

El Sr. Ruiz-Mateos fue a declarar a Palma en anteriores ocasiones si bien su salud de 81 años se vio perjudicada. El agravante de viajar con los calores de verano se presentaba ya como un serio problema para su salud.

1-Alegó en una ocasión no disponer de dinero para poder hacerse con un billete de avión. No era ninguna excusa porque entonces nadie se imaginaba que la diligencias previas de embargos practicadas en los juzgados, fueron tan sorpresivamente asfixiantes que en el momento supuso un desconcierto hasta el punto de no poder viajar a Palma. De inmediato amigos acudieron al auxilio, en mínima correspondencia a los miles de millones de pesetas que el empresario ha donado durante su vida empresarial para obras benéficas que fueron una constante en la atención de su prójimo.

Luego llegó la orden de busca y captura sobre un hombre que estaba tan localizado en su casa como para convocar una rueda de prensa.

2- Con fecha de 13 de Julio, existía un diagnóstico de la Clínica Quirón, junto a su correspondiente radiografía, que confirmaba la rotura del dedo del pie. La confusión que degeneró en la más que innecesaria primera detención, fue provocada por el forense de Palma quien, obviando el consejo médico de la forense Pozuelo de Alarcón, en Madrid, decidió, motu proprio, que D. José María podía viajar.

Con declaraciones públicas, billetes de avión para Palma, radiografía y diagnóstico y comunicado de prensa oficial, el empresario se disponía a viajar al juzgado para declarar cuando sorpresivamente llegó la primera detención. Después de estar todo el día en el calabozo con un tratamiento riguroso y vital de Parkinson temporalmente interrumpido, la jueza le deja dormir en casa, "por motivos humanitarios", y es puesto en libertad a la una de la mañana con la exigencia de que se presente en Palma con vuelo de las 7:40.

Al día siguiente, en Alondra, 2, todo desembocó en un alarmismo por evidentes perjuicios en la salud de D. José María. Amoratamiento de piernas y pies sin circulación sanguínea, falta de coordinación en movimientos y alexia repentina con temblor de la mandíbula. Conscientes de lo que implicaba el repentino problema que se nos planteaba, nos pusimos en contacto con el Comisario Galán de la Comisaría para que a su vez advirtieran a los juzgados de Palma.

Durante el día, con la reanudación de tratamientos inflexibles, el empresario se estabilizó hasta pensar que se encontraba restablecido. La intervención del día siguiente, saliendo a recibir a los medios para explicarse y sincerar su corazón, fue fehaciente prueba de que dicho restablecimiento no fue todo lo óptimo que hubiéramos deseado.

Luego llegó la detención, una segunda y acerba detención que fue el detonante de un resentimiento de salud que no deseo a ningún padre de instructora de causas pero no olvido aquellas palabras de una justicia terrena en ocasiones deleznable que reza: "con la misma medida que midas se te medirá, con el mismo juicio que juzgues se te juzgará"... Estoy seguro que la siembra de la vanidad se recoge y la vileza disfrazada no escapa de sus recogidas.

Nunca se rió de la Justicia D. José María Ruiz-Mateos , si bien es verdad que posee práctica justificación moral para no creer en ella ni en los jueces.

En España no se respeta la Justicia, porque se la reconoce por sus obras. Se teme, sí, pero eso no es respeto. La confianza se gana con obras que convencen mientras aquí se desconfía de la sana intención de los juzgados. No es culpa del ciudadano. Cada día tenemos más pruebas para avergonzarnos de ciertos elementos que no por llevar toga son merecedores de reconocimiento.

No es risa sino pena y coraje lo que inspira esta España de tantas mentiras encubiertas. En tanto el Héroe pasa por villano, mientras los villanos viven a expensas de la tortura al inocente... y la población engañada lo aprueba. Cualquier día a un 82% de ciegos complacientes los matan un familiar en un atentado multitudinario en vagones de tren y ni se molestan en buscar a los autores intelectuales de la matanza; o saquean un país y arruinan a los ciudadanos y se van de rositas. Tanto ciego, engañado, manipulado... Así va España, asco que da.

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